El Cónclave, centro de la atención mediática mundial
REFLEXIONES EN FRONTERA jesuita Guillermo Ortiz
(RV).- (Audio)
La comunidad católica
es mundial. Si el conclave se tratará de una elección política para elegir el poder
ejecutivo ¿cuantas urnas harían falta? Pero ese nunca fue el problema a resolver en
la familia católica, porque se trata de otra dimensión, la dimensión religiosa, espiritual
de la fe en Jesús de Nazaret, hijo de Dios, como reconoció Pedro pescador.
También
en el evangelio aparecen multitudes de 5000 hombres sin contar las mujeres y los niños
en torno a Jesús. Dios es padre de todos y el Espíritu de fe y vida plena en el amor
que Jesús resucitado ofrece, lo ofrece a todos. Pero también Jesús llamó especialmente,
eligió, formó y destino a 12 hombres concretos, como apóstoles suyos, les dio el poder
de perdonar los pecados y los envío por el mundo a evangelizar. Y a Pedro le confió
una misión especial: “Pedro: ¿Me amas más que estos? Apacienta mis corderos”.
Desde
aquel tiempo hay una sucesión apostólica in-interrumpida. Los obispos suceden a los
apóstoles y el obispo de Roma, el Papa, es el sucesor de Pedro, principio y fundamento
de la unidad de la comunidad católica.
Aunque la señal de humo blanco, que
indicará sobre el techo de la Capilla Sixtina, que ya hay un nuevo Papa, sea una metodología
un poco primitiva, esta vez alcanzará los lugares más recónditos del planeta, gracias
a las cámaras y micrófonos de los medios del mundo, apuntados con exclusividad sobre
la chimenea. Mientras tanto esperamos al sucesor.