Caminar, construir, confesar, siempre con la Cruz de Cristo
Pensamiento del Papa
(RV).- (Con audio) El Santo Padre Francisco
celebraba la tarde del 14 de marzo su primera misa como Papa en la Capilla Sixtina,
con los 114 cardenales electores y los conclavistas.
La primera lectura se
refirió al cántico del profeta Isaías que comienza con las palabras “Al final de los
días estará firme el monte de la casa del Señor” y prosigue con las célebres frases:
“Será el árbitro de las naciones, el juez de los pueblos numerosos. De las espadas
forjarán arados, de las lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo,
no se adiestrarán para la guerra”.
Después, se leyó la primera Carta de San
Pedro dedicada al sacerdocio común de los fieles que dice: “También vosotros, como
piedras vivas, sois edificados como edificio espiritual para un sacerdocio santo”
y exhorta a ser “linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido
en propiedad, para que pregonéis las maravillas de Aquel que os llamó de las tinieblas
a su admirable luz”.
El Evangelio fue el relato que de la Confesión de Pedro
hace San Mateo, cuando Cristo pregunta a los discípulos: “Y vosotros ¿quien decís
que soy yo? y a la respuesta de Pedro: “Tu eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo”,
Jesús contesta: “Y yo te digo que tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia
y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”.
En su primera homilía
como Papa y hablando en italiano, sin leer ningún texto, Francisco observó que las
tres lecturas tienen algo en común:
“El movimiento. En la primera de ellas,
el movimiento es camino; en la segunda el movimiento está en la construcción de la
Iglesia; en el Evangelio, el movimiento está en la confesión. Caminar, construir,
confesar”.
“Construir - ha dicho- Edificar la Iglesia; se habla de piedras:
las piedras son consistentes; pero son piedras vivas, piedras ungidas por el Espíritu
Santo. Edificar la Iglesia, la Esposa de Cristo, sobre la piedra angular que es el
Señor mismo”.
“Confesar.... Podemos caminar cuanto queramos, podemos construir
tantas cosas, pero si no confesamos a Jesucristo, no vale. Nos convertiríamos en una
ONG filantrópica, pero no seríamos la Iglesia, esposa del Señor. Cuando no andamos,
nos detenemos... retrocedemos. Cuando no se construye sobre las piedras ¿qué pasa?
Nos pasa lo mismo que a los niños cuando hacen castillos de arena en la playa: terminan
cayéndose porque no tienen consistencia”. Y, citando a Leon Bloy, el Santo Padre ha
afirmado: “El que no reza al Señor, reza al diablo” porque “cuando no se confiesa
a Jesucristo se confiesa la mundanidad del demonio”.
“Caminar, edificar, construir,
confesar. Pero no es tan fácil, porque cuando se camina, se construye, se confiesa,
a veces hay sacudidas, hay tirones, que no son movimientos propios del camino porque
nos hacen retroceder”.
En el Evangelio, prosiguió el Papa, “incluso Pedro que
ha confesado a Jesucristo, le dice: “Tu eres Cristo, el hijo de Dios vivo. Yo te sigo,
pero no hablemos de la Cruz. Es algo que no tiene nada que ver... Te sigo, sin la
Cruz”. Pero “cuando caminamos sin la Cruz, cuando construimos sin la Cruz y cuando
confesamos a un Cristo sin la Cruz... no somos discípulos del Señor: somos mundanos;
somos obispos, sacerdotes, cardenales, papas, pero no discípulos del Señor”.
Y
añadió: “Y yo quisiera que todos, después de estos días de gracia, tengamos el valor;
sí, el valor, de caminar en presencia del Señor, con la Cruz del Señor, de edificar
la Iglesia sobre la sangre del Señor que se derramó en la Cruz; y de confesar la única
gloria: a Cristo crucificado. Y así, la Iglesia irá hacia delante. Deseo para todos
nosotros que el Espíritu Santo y la oración de la Virgen, nuestra Madre, nos conceda
esta gracia: caminar, edificar, confesar a Jesucristo”.
Terminada la homilía,
en las oraciones de los fieles se rezó por el nuevo Pontífice y también por Su Santidad
Benedicto XVI para que “sirva a la Iglesia en el retiro con una vida dedicada a la
oración y la meditación”. También se ha pedido que los responsables de las naciones
“no actúen movidos por la fuerza o por el interés ni tiranicen a las personas y sean
conscientes de que todo poder procede de Dios” y se ha recordado “a cuantos sufren,
a cuantos luchan desamparados en la vida para que Cristo, el Pastor supremo, los conforte
y consuele dándoles la corona de la gloria”.
Producción de María Fernanda
Bernasconi. (hispano@vatiradio.va)
El espacio “Pensamiento del Papa”,
se transmite los lunes en las emisiones informativas de las 17,30; 01,45 y 03,20
UTC.