2013-03-16 19:51:14

Camino de fraternidad, amor y confianza


El Papa en la semana

(RV).- (Con audio) RealAudioMP3 El Papa Francisco se dio a conocer, ante el mundo entero la tarde del miércoles 13 de marzo tras la espera necesaria por parte de los miles de fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro y por todos los que seguían estos momentos, con emoción, a través de la televisión.

Tras saludar y presentarse como Obispo de Roma y pedir que se rece por el Papa emérito, el Papa Francisco explicó que ahora, comenzamos este camino de la Iglesia de Roma, que es la que preside en la caridad a todas las Iglesias. Un camino de fraternidad, de amor, de confianza entre nosotros, en que no dejó de recomendar que recemos siempre recíprocamente, por todo el mundo, para que haya una gran fraternidad.

Y antes de impartir su bendición Urbi et Orbi pidió a los fieles que rezaran por él. Al final concluyó con estas sencillas palabras:

Hermanos y hermanas, los dejo. Muchas gracias por su acogida. Recen por mí y hasta pronto. Nos veremos pronto. Mañana quisiera ir a rezar a la Virgen, para que proteja a toda Roma. Buenas noches y que descansen.

El jueves 14 de marzo a las ocho de la mañana el Papa Francisco salió desde la Casa de Santa Marta para rezar, tal como él mismo lo había dicho en su primera aparición pública ante los fieles, desde el balcón de la logia central de la Basílica de San Pedro, en la basílica romana de Santa María la Mayor. Allí el nuevo Obispo de Roma se detuvo en oración ante la imagen de la advocación de la “Salus Populi Romani”, en cuyo altar colocó un pequeño ramo de flores, como un peregrino más.

Esa misma tarde a las cinco, en la Capilla Sixtina, el Santo Padre presidió su primera Misa como Papa, junto a los Cardenales, con motivo de la conclusión del Cónclave, después de lo cual visitará el Apartamento Papal.

“Cuando caminamos sin la Cruz, cuando edificamos sin la Cruz y cuando confesamos a un Cristo sin la Cruz, no somos discípulos del Señor: somos mundanos, somos obispos, sacerdotes, cardenales, papas, pero no discípulos del Señor”.

Con este fuerte llamamiento a edificar la Iglesia sobre la sangre de Jesús, pronunciado improvisando, el Papa Francisco indicó el camino a sus hermanos cardenales en la misa "pro Ecclesia" celebrada en la conclusión del Cónclave en la Capilla Sixtina. “Nosotros podemos caminar cuanto queramos, podemos edificar tantas cosas, pero si no confesamos a Jesucristo, la cosa no funciona. Nos convertíamos en una ONG asistencial, pero no en la Iglesia, esposa del Señor. Vocación de la Iglesia es también edificar sobre la piedra angular que es Cristo, para no ser como los niños que construyen castillos de arena en la playa. Citando a Leon Bloy, el Papa Bergoglio recordó que “quien no reza al Señor, reza al diablo”. Cuando no se confiesa a Jesucristo – concluyó – se confiesa la mundanidad del demonio.

El viernes 15 de marzo, a las 11,00 de la mañana, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, el Papa Francisco recibió en audiencia a todos los Cardenales, electores y no electores a quienes, entre otras cosas, les dijo:

“No cedamos jamás al pesimismo, a esa amargura que el diablo nos ofrece cada día. Tengamos la firme certeza de que el Espíritu Santo da a la Iglesia el valor de perseverar y también de buscar nuevos métodos de evangelización para llevar el Evangelio hasta los extremos confines de la tierra”.

El Papa Francisco los exhortó a regresar a sus respectivas sedes con todo el entusiasmo y la alegría de los días transcurridos en Roma. Acogido por un caluroso aplauso, el Pontífice pasó revista de algunos momentos de estos días llenos de eventos, agradeciendo a cuantos, cercanos y lejanos, le expresaron su solidaridad y rezaron por él. Una vez más, recordó con afecto y gratitud a Benedicto XVI, sobre todo por su humildad, su mansedumbre y su capacidad de tener la mirada siempre fija en Cristo, muerto y resucitado por el bien de la humanidad, “presente y vivo en la Eucaristía”.

A todos y a cada uno el Papa Francisco les dirigió un fuerte estímulo a vivir y difundir la obra del Espíritu, que en las diversidades crea armonía y unidad en la Iglesia. “Hermanos, fuerza – concluyó diciendo – la mitad de nosotros está en la vejez: la vejez – me gusta decirlo así – es la sede de la sabiduría de la vida. (…) Es el tiempo de la tranquilidad y de la oración. Y también de dar a los jóvenes esta sabiduría”.

Producción de María Fernanda Bernasconi. (hispano@vatiradio.va)

El espacio “El Papa en la semana”, se transmite los sábados en las emisiones informativas de las 17,30; 01,45 y 03,20 UTC.









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