2013-03-15 15:24:47

Francisco: Sí al amor de Cristo y al Evangelio


(RV).- “Estamos muy contentos. Tenemos Papa de nuevo”, dijo el Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, al día siguiente de la elección del Sucesor de Pedro. Tras explicar que “el Cónclave se ha terminado el segundo día, como muchos esperábamos y pedíamos. Lo hacíamos buscando intercesores en la familia franciscana: San Antonio de Padua, que es un gran intercesor para resolver problemas de todo tipo, y la tarea de que el cónclave dure poco. Han sido, por tanto, dos días, ya que al quinto escrutinio ha sido elegido el Papa. Nos alegramos por esa razón, que tiene que ver con la unidad de la Iglesia y con la fecundidad de su presencia y de su acción en la sociedad y en el mundo”.

Y “porque se ha demostrado la comunión católica. Lo católico tiene un significado primero, que es universal, y que en la elección del Santo Padre se ha expresado y se ha mostrado con claridad, hasta con belleza, una belleza que viene de la profesión de la fe en Jesucristo: el enlazar a los hombres, sus pueblos, con el amor de Cristo, que tiene su expresión también en la forma como está ahora configurado el Colegio Cardenalicio, que es un cuerpo muy internacional. Hay que usar la palabra internacional, ya que no tenemos otra mejor para expresar una universalidad que trasciende límites de naciones, límites culturales, que se funde en la unidad del Espíritu, unidad de profesión de la fe en Jesucristo, como marco e, incluso, como fórmula para vivir y concebir la vida”.

El Cardenal Arzobispo de Madrid dijo que “en la elección del Papa, la Iglesia se ha mostrado como es: una comunión de Iglesias en la unión de la Iglesia universal, que reconoce en el Obispo de Roma el Sucesor de Pedro y, por lo tanto, el Pastor de todos los pastores, el Pastor de todos los fieles. Y que se alegran muchísimo por tener de nuevo Pastor: el Obispo de Roma y Pastor de la Iglesia universal”.

Refiriéndose al nombre elegido por el Sucesor de Pedro, Francisco, el purpurado español señaló que “es un Papa que no viene de Europa: viene de América, de la América hispana, que fue evangelizada por la Iglesia que vivía y que vivió en España desde el comienzo de la historia del cristianismo, desde la primera predicación de los apóstoles”.

Resumiendo su biografía, el Card. Rouco recordó que “era Arzobispo coadjutor de Buenos Aires desde 1997, arzobispo titular desde 1998, y cardenal desde el año 2001”. Y que su relación con España “es muy profunda, desde el punto de vista de la Iglesia y de la historia de la Iglesia” ya que “es jesuita”. Así, destacó “su labor de formador de jóvenes jesuitas, tanto intelectual como espiritualmente”, algo que “le ha ocupado muchos años de su vida”; o que ha sido un “director de ejercicios espirituales, muy conocido y muy apreciado”, y que “dirigió espiritualmente a muchas personas de toda vocación y de toda procedencia: seglares, religiosos, obispos, sacerdotes”.

De hecho, dirigió los “ejercicios espirituales para los Obispos españoles en enero del año 2006”. Y “Su relación con España es por esa vía de la vocación de jesuita, y de haber vivido esa vocación muy a fondo”.

Volviendo a la elección del nombre, Francisco, el Arzobispo de Madrid añadió que “tiene que ver con esa historia suya de joven universitario que termina su carrera de Química, que se hace sacerdote, jesuita, novicio... Y con todo el itinerario de la formación de la Compañía de Jesús, marcada por san Ignacio, y que le lleva a una forma de vivir su sacerdocio, y su espiritualidad, también en sus años de obispo y Arzobispo de Buenos Aires, y Cardenal de la Iglesia”. Así, resaltó la importancia de la figura de San Francisco de Asís en la conversión de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía, que le lleva a dejarlo todo “por seguir al Señor hasta la radicalidad”. Como más tarde haría San Francisco Javier. “La elección de ese nombre –Francisco- es significativa, no se puede ignorar. Y tiene mucho que ver con la línea de renovación de la Iglesia que se inició en el Vaticano II, que continuó a través de los grandes Papas del post vaticano II, y con ese decir Sí a Cristo y al Evangelio por encima de cualquier cosa”.


El Cardenal Rouco tuvo ocasión de conocer un poco más de cerca al entonces Cardenal Bergoglio en el año 2006, con motivo de la visita que realizó a Buenos Aires “invitado por distintas instituciones de la Iglesia en Argentina”. Por eso, afirma que el nuevo Santo Padre es “como un hermano, sencillo y cercano, de gran autenticidad personal. Yo hablaba con él como con un compañero querido”.

(CdM – RV)









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