Secuencias memorables. Mons. Viganò: hablaba el rostro del Papa

(RV).- A trasladar directamente de la crónica a la historia y a la memoria la jornada del jueves 28 de febrero ciertamente han contribuido las espléndidas imágenes con las que el Centro Televisivo Vaticano ha documentado la despedida de Benedicto XVI del Vaticano, hasta su llegada a Castelgandolfo u el inicio de la Sede vacante. Una serie de secuencias inolvidables, realizadas con el objetivo principal de “hacer hablar” el rostro del Papa, como lo explicó ante nuestros micrófonos el Director del Centro Televisivo Vaticano, Mons. Dario Viganò.

El prelado dijo que han seguido el criterio que nace de la responsabilidad de entregar al mundo entero una parte de la historia de la Iglesia. El criterio ha sido el de construir un relato que evidenciara el hecho extraordinario de una elección que se convirtió, inmediatamente, en un evento, pero sin buscar el espectáculo. De modo que han tratado de construir un relato que fuera capaz de devolver algunas imágenes también de cercanía del Papa, como fue la elección de transmitir el momento en que salía del apartamento, así como el de acompañarlo dentro de su casa en Castelgandolfo, una especia de despedida por parte del espectador en la Ciudad del Vaticano y también un acompañamiento en la cotidianidad del Papa en Castelgandolfo.

Por otra parte, agregó Mons. Viganò, han tratado de ofrecerlo como una especie de documental. Por eso se colocaron cámaras en el torreón de San Juan y en los jardines vaticanos, y seguir el viaje del Papa con un helicóptero para documentar una parte de la historia.

Asimismo explica que para realizar este servicio utilizaron 19 cámaras, cuatro estudios móviles y la realización televisiva en la Ciudad del Vaticano, gracias al trabajo de cuarenta personas. De modo que han podido contar con un equipo con características especiales, tratándose de grandes profesionales, que también tienen un lazo de afecto profundo por la figura del Papa, además de la pasión de trabajar para toda la Iglesia.

Ante la pregunta de si conserva una imagen específica Mons. Viganò recuerda el momento en que el helicóptero se elevó en vuelo. Momento que define de no retorno. Una imagen que si no es una de las más bellas, desde el punto de vista visivo, pero que lo ha marcado profundamente. Porque “es la primera vez que inicia una Sede Vacante durante la que suenan las campanas en compañía de la alegría de saber que hay un hombre que, como él mismo dice, siempre servirá a la Iglesia, ahora como Moisés en el monte retirado a orar por la Iglesia de Jesús”.

(María Fernanda Bernasconi – RV).