La Iglesia enriquece a la familia como fundamento de la sociedad
(RV).- (Audio) Esta mañana a las 11,30, en la Sala de Prensa de la Santa Sede, se
presentaron las Actas Milán 2012, con el tema “De Milán a Filadelfia: las perspectivas
del Consejo Pontificio para la Familia, con la intervención de Mons. Vincenzo Paglia,
Presidente del mencionado dicasterio y de los cónyuges Francesca Dossi y Alfonso Colzani,
Responsables del Servicio para las Familias de la Arquidiócesis de Milán.
Mons. Vincenzo
Paglia afirmó que el encuentro de Milán ha representado una etapa importante, tanto
en el ámbito de la reflexión como en el del testimonio acerca del matrimonio y a la
familia. Y destacó que para él personalmente, que pocas semanas después de este evento,
fue llamado por Benedicto XVI a presidir el Consejo Pontificio para la familia, cuanto
sucedió durante esos días en Milán representa una valiosa fuente de indicaciones.
También por la elevada participación de las familias, que han mostrado la fuerza vital
que representan en la Iglesia y en la sociedad.
Y añadió que se puede decir
con razón que los “profetas de desventura” que preveían, o mejor, que deseaban la
extinción de la familia, han sido desmentidos. Al recordar que en la década de los
años 70 se afirmaba la “muerte de la familia” y el camino hacia una sociedad “sin
padre”, si bien es cierto que son muchos los problemas referentes al matrimonio y
a la familia, no debemos olvidar, con datos a la mano, que la familia sigue siendo
hoy el “recurso” fundamental de nuestras sociedades, tal como se ha visto y explicado
en Milán. La familia – dijo el Prelado – sigue resistiendo, tanto por su misma fuerza
intrínseca como por su enraizamiento en la humanidad.
La Iglesia – prosiguió
–, que ha recogido la antigua herencia del matrimonio y de la familia, la ha enriquecido
en sus contenidos hasta hacer de ella el fundamento de la sociedad. Porque como decía
Benedicto XVI: “La familia natural, como íntima comunión de vida y de amor, fundada
en el matrimonio entre un hombre y una mujer, constituye el lugar primario de la humanización
de la persona y de la sociedad, la cuna de la vida y del amor”.
Naturalmente,
Mons. Vincenzo Paglia destacó asimismo que hoy la Iglesia está preocupada – a veces
en soledad – por la crisis que el matrimonio y la familia están atravesando, también
por que es consciente que ambas son un Evangelio, una buena noticia también para los
hombres y las mujeres de hoy, frecuentemente solos y privados de amor, de paternidad
y de apoyo. Por eso sorprende la superficialidad con la que la Iglesia es acusada
de conservadurismo. Porque no se trata de sostener instituciones superadas, sino de
pensar en el futuro de la misma sociedad humana. De ahí que se podría decir que estamos
en el “conservadurismo del futuro”, precisamente, del futuro de la sociedad.