Privilegiando el respeto y el diálogo como vía de resolución de conflictos
Derechos Humanos
(RV).- (Audio) Los mapuche –que son
la población autóctona más numerosa en Chile- protestan para lograr la restitución
de las tierras consideradas de su propiedad, reivindican el reconocimiento del derecho
a la autodeterminación, que les correspondería –informa el diario vaticano citando
a los mapuche- en calidad de pueblo, como prevé la Declaración sobre los Derechos
de los Pueblos Indígenas, adoptada por la Asamblea General de Naciones Unidas, en
septiembre de 2007.
La Conferencia Episcopal de Chile, que tiene una pastoral
específicamente dirigida al pueblo mapuche, afirma en un importante documento elaborado
hace unos años sobre la realidad de la población autóctona, que pertenecer a una familia
y a una comunidad mapuche significa compartir una manera de comprender el mundo, es
decir, tener una cosmovisión propia y formar parte de una gran familia de familias.
Esta comunidad de familias, que en su lengua se llama Lof, se extiende por un territorio,
el mapu, reconocido como propio. Cada comunidad se relaciona con otras comunidades
y un cierto número de ellas llega a formar una comunidad mayor designada como Rewe.
Esta cosmovisión y esta territorialidad, son las bases desde la cual el pueblo mapuche
se comprende a sí mismo y se explica la realidad.
Podemos preguntarnos de
donde brota toda esta comprensión propia de la realidad y la conciencia que tienen
los mapuche de ser un pueblo diferente, con un territorio propio, con una tradición
religiosa milenaria y con el derecho a seguir desarrollando su propia cultura” (RV-CA)