2013-01-21 16:46:35

Las radios cristianas en Europa: Editorial Europeo


(RV).- ¿Es lícito preguntarse si las radios cristianas tengan todavía hoy un sitio en Europa, en el torbellino mediático provocado por el extraordinario desarrollo de las redes sociales y de internet? Sin ninguna duda, muchos miembros del CERC deberían ponerse de vez en cuando la pregunta. Fundada en 1994, en todo otro contexto, la Conferencia europea de las Radios Cristianas organiza su día anual el próximo 24 enero, fiesta litúrgica de San Francisco de Sales, patrón de los periodistas.

En un país como Francia, las radios cristianas deben tener de vez en cuando la sensación de haber perdido su autoridad en un sistema de circulación permanente de ideas. Aquí los sondeos anuncian regularmente, con el apoyo de los datos, una descristianización que parece inexorable. Los creyentes, que se sienten marginados e ignorados, encuentran más consuelo en otras plataformas, elegidas con atención, en donde solidarizar o intercambiar ideas con quien piensa como ellos.

Ciertamente, el objetivo principal de tales radios no es de gustar sino de llevar una mirada cristiana y lúcida sobre la vida de los hombres. ¿Pero cómo afirmar la misma especificidad y esforzarse por ser un vector de evangelización en un universo ultra-competitivo que da la ilusión a todos de acceder a los mismos conocimientos, con la promesa de “un mundo más abierto e interconectado gracias al poder de compartir”? No es simple en este paisaje modificado, preservar la propia coherencia e identidad.

Sin embargo, más que nunca, la libertad de palabra, el ánimo de ir contra la corriente, de tener un discurso diferente, constituye plenamente un contra-poder necesario en las sociedades europeas cada vez más conformistas, donde el pensamiento único, la dictadura de la mayoría y el “políticamente” correcto hacen de dueño. El público necesitará siempre una información filtrada, aclarada y ponderada, sobre todo cuando esta información es demasiado abundante e instantánea, como hoy. Y los cristianos saben, quizás más que los otros, que las palabras pueden tener una potencia formidable, que pueden matar o dar la vida.

En esta jungla enredada, en donde las fronteras se desvanecen, los medios de comunicación cristianos son llamados a hacer de brújula, ayudando a descifrar las informaciones que llegan de cada parte y volviéndolas a colocar en su contexto, en resumen, despertando las conciencias. Pero queda el hecho de que para sobrevivir y existir en el concierto de la comunicación, es necesario hoy, también para los cristianos, invertir en nuevos territorios y resistir a la tentación de cerrarse en un gueto identitario. En Europa, como en otros lugares, las radios cristianas todavía tienen que recorrer el camino para llenar su déficit de notoriedad y profesionalidad.

Romilda Ferrauto, responsable de la Redacción Francesa de Radio Vaticano

(GM-RV)








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