Tercer día: "Caminar hacia la libertad", Unidad de los Cristianos
(RV).- Tercer día "Caminar hacia la libertad " (Audio)
Lecturas: Éxodo
1,15-22 Las matronas judías observan la ley de Dios por encima de la orden del faraón
Salmo 17,1-6 La oración confiada del que está abierto a la mirada de Dios 2
Corintios 3,17-18 La gloriosa libertad en Cristo de los hijos de Dios Juan 4,4-26
La conversación con Jesús lleva a la mujer samaritana a un modo de vida más libre
Comentario: Caminar humildemente con Dios es siempre un caminar para recibir
la libertad que concede a todos los pueblos. Teniendo esto presente, celebramos. Celebramos
el misterio de la lucha por la libertad, que tiene lugar también en sitios donde la
opresión, el prejuicio y la pobreza parecen cargas insostenibles. El claro rechazo
a aceptar órdenes y condiciones inhumanas – como las que dio el faraón a las matronas
del pueblo judío esclavizado – pueden parecer actos pequeños; sin embargo, estos son
frecuentemente el tipo de actos a favor de la libertad que se producen en comunidades
locales en todas partes. Este caminar resuelto hacia una vida más plena hace presente
el don de la esperanza evangélica a todos los pueblos, concretado, de distintos modos,
en los patrones de desigualdad que existen en el mundo.
El paso gradual de
discriminaciones injustas y de prejuicios hacia la libertad se nos muestra en el relato
del encuentro de Jesús con la mujer de Samaria junto al pozo. Esta mujer se pregunta
ante todo por los prejuicios a los que se enfrenta y busca aliviar las cargas de su
vida. Estas preocupaciones son el punto de partida del diálogo con Jesús. Él mismo
inicia la conversación con ella a partir de su propia necesidad de una ayuda concreta
(tiene sed) y de la consideración de los prejuicios sociales que hacen que esta ayuda
parezca problemática. El camino hacia una vida más libre se va abriendo ante los ojos
de la mujer a medida que las palabras de Jesús arrojan luz sobre la realidad compleja
de su vida. Al final estas intuiciones personales dirigen la conversación hacia un
lugar en que se trasciende lo que divide a estos dos grupos de personas: donde se
debe dar culto. “Culto en espíritu y verdad” es lo que se exige, y aquí aprendemos
a ser libres de todo lo que impide que vivamos juntos, que tengamos vida en abundancia.
Ser
llamados a una mayor libertad en Cristo es ser llamados a una comunión más profunda.
Las cosas que nos separan –tanto como cristianos en busca de la unidad, como en cuanto
personas separadas por tradiciones y desigualdades injustas– nos mantienen atrapados
y escondidos unos de otros. Nuestra libertad en Cristo se caracteriza por esa nueva
vida en el Espíritu que nos permite estar juntos ante las glorias de Dios con “rostros
descubiertos”. En esta luz gloriosa aprendemos a vernos unos a otros más auténticamente,
mientras crecemos en la semejanza con Jesús hacia la plena unidad cristiana.
Oración:
Dios que liberas, te damos gracias por la resistencia y la fe esperanzada de los
que luchan por la dignidad y la plenitud de la vida. Sabemos que levantas a los que
son derribados y desatas a los que están atados. Tu Hijo Jesús camina con nosotros
para mostrarnos la senda hacia la libertad verdadera. Que sepamos valorar lo que nos
ha sido dado y que seamos fortalecidos para superar todo lo que dentro de nosotros
nos esclaviza. Envíanos tu Espíritu para que la verdad nos haga libres y para que,
uniendo nuestras voces, podamos proclamar tu amor al mundo. Dios de vida, condúcenos
a la justicia y la paz. Amén.