Malí: un año de guerra sin resolver en el corazón de África
(RV).- Benedicto XVI alienta “los esfuerzos para construir la paz, sobre todo allí
donde permanece abierta la plaga de la guerra” y uno de las peores conflictos en África
es el de Malí, país, como ha señalado el Papa en su discurso de año nuevo a los embajadores
ante la Santa Sede, “desgarrado por la violencia y marcado por una profunda crisis
institucional y social, que exige una atención eficaz por parte de la Comunidad internacional”.
La crisis, que comenzó hace un año, llegó actualmente a una fase crítica. Esto
abre un nuevo período de sufrimiento para el pueblo de Malí. Desde las organizaciones
internacionales de beneficencia, comenzando por Cáritas, se espera el apoyo generoso
para ayudar al creciente número de personas desplazadas y a los refugiados.
El
arzobispo de Bamako, Mons. Jean Zerbo, ha hecho un llamamiento en el que habla de
"la necesidad de alimentos, agua potable y medicamentos contra la malaria. Las necesidades
básicas crecerán en las próximas semanas, porque estamos en una época de frío húmedo,
que complica la situación humanitaria. Puesto que la guerra no se sabe cuánto tiempo
durará" Mons. Zerbo, también exige "la apertura de corredores humanitarios en el menor
tiempo posible".
Las fuerzas terrestres francesas que se encuentran en Malí
y partieron desde Bamako se están dirigiendo hacia el norte del país”, en lo que sería
la primera intervención militar francesa en operaciones terrestres, después de cinco
días de ataques aéreos. Tras los bombardeos del fin de semana, los rebeldes se habrían
retirado. Los grupos rebeldes que controlan las zonas del norte de Malí están formados
por tuareg e islamistas radicales del Movimiento Nacional próximos a Al Qaeda que
quisieran formar un estado yihadista en la zona al sur del Magreb. (ER – RV)