2013-01-15 14:21:33

Francia a favor de la familia natural y contra el proyecto de ley sobre el “matrimonio para todos”



(RV).- Casi un millón franceses se manifestó este domingo, 13 de enero, en París contra el proyecto de ley sobre el matrimonio homosexual: "Nunca he visto un evento tan importante", dijo el dirigente sindical José Thouvenel. Una multitud enorme, con cientos de autobuses, trenes y coches llegó a la capital desde todo el país para defender la familia contra el proyecto deseado por el presidente François Hollande y elaborado por el Ministro de Justicia Christiane Taubira.

La movilización fue tan grande que la Prefectura de Policía de París había pedido tres manifestaciones separadas. Los analistas han hablado de éxito de los organizadores por el número de personas que asistieron a la movilización, pero también por la perfecta organización. De hecho, la gran manifestación se desarrolló sin el menor incidente, en un ambiente de serena alegría que sorprendió a los medios de comunicación. A lado de los cristianos franceses, se manifestaron musulmanes, judíos y no creyentes.

Las asociaciones organizadoras pidieron ser escuchadas por el presidente François Hollande e instaron al gobierno a un mayor discernimiento y a una mayor cautela. Con el deseo de pacificación y responsabilidad, le invitaron a retirar el actual proyecto de ley sobre el “matrimonio para todos” y establecer las normas generales para la familia. La cita se aprovechó también para hablar sobre la gestión de la crisis financiera y económica, y pedir la reducción de las desigualdades y la lucha por los puestos de trabajo".

Muchos miembros del parlamento han anunciado que votarán en contra de una ley que no distingue el matrimonio homosexual del “matrimonio entre un hombre y una mujer que pueden concebir un hijo”. “La naturaleza no se realiza de una manera diferente”. El gran éxito de la manifestación de los Campos Elíseos promete cambiar la vida pública francesa. La movilización popular se traducirá en un movimiento para la ecología humana", anunció la noche del domingo Tugdual Derville, dirigente de la Asociación “Alianza y Vida”.

Y de ecología humana” habló el mismo Benedicto XVI, durante el discurso memorable del 22 de septiembre de 2011 en Berlín frente al Bundestag, cuando dijo que "también hay una ecología del hombre". En cuanto a la Iglesia en Francia, que ha alentado y apoyado la movilización, los medios de comunicación han encontrado en ella una sorprendente capacidad de movilización.
(ER-RV)






En numerosas ocasiones el Santo Padre se ha referido a la familia. En esta ocasión deseamos recordar que, a la hora del ángelus dominical del pasado 30 de diciembre, en sus palabras antes del rezo a la Madre de Dios, Benedicto XVI reflexionaba sobre la Fiesta de la Sagrada Familia, evocando el Evangelio de Lucas y su último libro sobre la infancia de Jesús.

El Papa destacaba entonces que la preocupación de María y José por Jesús es la misma de cada padre que educa a un hijo, lo introduce en la vida y en la comprensión de la realidad. Por lo que hoy –añadía Su Santidad– “es necesaria una especial oración al Señor por todas las familias del mundo”. Y pedía que “imitando a la Sagrada Familia de Nazaret, los padres se preocupen seriamente por el crecimiento y la educación de sus propios hijos, para que maduren como hombres responsables y ciudadanos honrados, sin olvidar jamás que la fe es un don precioso que hay que alimentar en los propios hijos también con el ejemplo personal”.

El Santo Padre invitaba a rezar para que cada niño sea acogido como don de Dios, sea sostenido por el amor del padre y de la madre, para poder crecer como el Señor Jesús “en sabiduría, edad y gracia ante Dios y los hombres” (Lc 2,52). De la misma manera, Benedicto XVI invitaba a rezar por todas las familias del mundo, dirigiendo un saludo y especial bendición a las numerosas que se habían reunido, por sexto año consecutivo, en la capital española.

De hecho, el Cardenal Antonio María Rouco Varela, Arzobispo de Madrid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española, había organizado un encuentro multitudinario para participar en la tradicional Misa de las Familias, en la Plaza de Colón bajo el lema de “La familia cristiana es la esperanza para hoy”, inspirado en las palabras de Benedicto XVI de la Fiesta de las Familias de Madrid. Y a todos ellos, y a los demás fieles de nuestro idioma, el Papa les decía desde Roma:

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española presentes en esta oración mariana. Y también, desde aquí, a los numerosos participantes en la Eucaristía que se celebra en Madrid en esta Fiesta de la Sagrada Familia. Que Jesús, María y José sean un ejemplo de la fe que hace brillar el amor y fortalece la vida de los hogares. Por su intercesión, pidamos que la familia siga siendo un don precioso para cada uno de sus miembros y una esperanza firme para toda la humanidad. Y que el júbilo de compartir la vida al amparo de Dios, que aprendimos de niños de labios de nuestros padres, nos impulse a hacer del mundo un verdadero hogar, un espacio de concordia, solidaridad y respeto mutuo. Con ese propósito, acudimos a María, nuestra Madre del cielo, para que acompañe a las familias en su vocación de ser una forma entrañable de iglesia doméstica y célula originaria de la sociedad. Que Dios os bendiga a todos. Feliz domingo.

En el día en que la Iglesia celebraba a la Sagrada Familia que Dios ha dado a la humanidad como modelo de valores humanos y familiares, Benedicto XVI –hablando en francés– también hacía hincapié en que el Hijo de Dios quiso nacer en una familia, dándole así un sentido noble y un papel insustituible para la persona y para la sociedad.

Recordando que la familia es la cuna natural del niño, primer y esencial terreno donde se arraigan y construyen las personas y las relaciones humanas, el Papa deseaba que ¡la Virgen María y San José ayuden a los padres a educar a sus hijos y darles la fe!

Hablando en inglés, el Pontífice recordaba que Iglesia en todo el mundo celebraba la fiesta de la Sagrada Familia, por esta razón deseaba que Jesús, María y José brinden amor, unidad y armonía a todas las familias cristianas, y que éstas, a su vez, sean modelo en su alrededor.

De la misma manera, evocando la vida de la Sagrada Familia, el Santo Padre deseaba en lengua polaca que todas las familias queden impregnadas por la presencia de Dios y por el amor y la confianza caracterizada por el respeto mutuo y la comprensión, invocando la ayuda de Jesús, María y José para superar las dificultades de la existencia humana.
(María Fernanda Bernasconi Radio Vaticano)









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