Nuestro director general, p. Federico Lombardi dedica su editorial semanal a la nueva
forma de comunicación al servicio al Evangelio: el twitter.
El Papa y Twitter El
nuevo tuiteador apareció en el continente digital para tuitear. Algunos habitantes
de ese continente dijeron: “¿Que hace aquí este intruso? ¡En este campo solo nosotros
sabemos qué cosa y cómo se debe tuitear!”. Y se burlaron de él y le dieron la espalda.
Otros habitantes del continente digital dijeron: “¡Interesante! Veamos si tendrá más
seguidores que otros personajes famosos, actores o futbolistas”. E hicieron sus apreciaciones
sobre las cifras, pero no pensaron qué cosa decían los tuits y luego perdieron un
poco el interés. Otros dijeron: “Bien. Hay alguien que se preocupa en decirnos cosas
que considera importantes para cada uno de nosotros. Estaremos pendientes para ver
y escuchar, y estaremos contentos de retuitearlas a nuestros amigos que se encuentran
en búsqueda como nosotros”. Y los tuits dieron fruto y se multiplicaron, por treinta,
por sesenta, por cien… Quien tiene oídos para escuchar, que escuche. 140 caracteres
– cuantos contiene un tweet – no son pocos. La mayor parte de los versículos del Evangelio
tiene menos; las bienaventuranzas son mucho mas breves. Un poco de concisión no hace
mal. Desde hace siglos sabemos que escuchar una palabra de Jesús por la mañana y llevarla
en la mente y en el corazón sostiene el camino de una jornada… o de una vida. Pero
es necesario entender por qué esta palabra es importante, de donde viene y a donde
va, en cual contexto de la vida encuentra su sentido. En resumen, el tweet no lleva
vida por si mismo o automáticamente. No puede encontrar por si solo una acogida entusiasta
o un rechazo. La semilla puede caer en un terreno pedregoso o en medio de las zarzas
de los prejuicios y sofocar, o caer también en un terreno bueno y disponible y así
dar fruto y multiplicarse. Naturalmente el mundo no se salvará a ritmo de tweets,
pero sobre el millar de bautizados católicos y sobre los siete mil millones de habitantes
del mundo, algunos millones de personas podrán también por este medio sentir al Papa
más cerca, sentirlo decirles una palabra, darles una chispa de sabiduría para llevar
en la mente y en el corazón, también para compartir con los demás amigos del tweet.
Una nueva forma de servicio al Evangelio. (RC-RV)