Congreso internacional en el Vaticano, “Ecclesia in America”
(RV).- Este 4 de diciembre en la Sala de Prensa de la Santa Sede se presentó el Congreso
Internacional “Ecclesia in America” sobre la Iglesia en el Continente Americano
que se desarrollará en la Ciudad del Vaticano del 9 al 12 de diciembre, es decir,
inicia en el segundo domingo de Adviento, fiesta de san Juan Diego Cuauhtlatoatzin,
el fiel vidente de las apariciones de la Santísima Madre de Dios en el Tepeyac, (1474
– 1548), y finaliza el día en que la Iglesia celebra la fiesta litúrgica de la Virgen
de Guadalupe, Patrona de las Américas. Este Congreso es promovido por la Pontificia
Comisión para América Latina y por los Caballeros de Colón. En la presentación a la
prensa de este encuentro que arroja luz sobre la actualidad de la vida de la Iglesia
en el Continente Americano intervendrán el Card. Marc Ouellet, Presidente de la Pontificia
Comisión para América Latina, el Profesor abogado Guzmán Carriquiry, Secretario de
la Pontificia Comisión para América Latina; y el Dr. Carl Anderson, Caballero Supremo
de los Caballeros de Colón.
La Exhortación Apostólica Postsinodal "Ecclesia
in America", que da nombre a este encuentro, lleva la firma del Papa Juan Pablo
II, y está fechada en Ciudad de México, el 22 de enero del año 1999, en el vigésimo
primer año de su Pontificado. Está dirigida a los obispos, presbíteros y diáconos,
a los consagrados y consagradas y a todos los fieles laicos sobre “el encuentro con
Jesucristo vivo, camino para la conversión, la comunión y la solidaridad en América”.
De
la exhortación Apostólica del Beato Juan Pablo II, "Ecclesia in America" ,
citamos la “Oración a Jesucristo por las familias de América”, con el siguiente
prefacio con el que el Papa concluye su documento, y que lleva el número 76: Por
tanto, invito a todos los católicos de América a tomar parte activa en las iniciativas
evangelizadoras que el Espíritu Santo vaya suscitando a lo largo y ancho de este inmenso
Continente, tan lleno de posibilidades y de esperanzas para el futuro. De modo especial
invito a las familias católicas a ser « iglesias domésticas », donde se vive y se
transmite a las nuevas generaciones la fe cristiana como un tesoro, y donde se ora
en común. Si las familias católicas realizan en sí mismas el ideal al que están llamadas
por voluntad de Dios, se convertirán en verdaderos focos de evangelización. Al
concluir esta Exhortación Apostólica, con la que he recogido las propuestas de los
Padres sinodales, acojo gustoso su sugerencia de redactar una oración por las familias
en América. Invito a cada uno, a las comunidades y grupos eclesiales, donde dos o
más se reúnen en nombre del Señor, para que a través de la oración se refuerce el
lazo espiritual de unión entre todos los católicos americanos. Que todos se unan a
la súplica del Sucesor de Pedro, invocando a Jesucristo, « camino para la conversión,
la comunión y la solidaridad en América »: Señor Jesucristo, te agradecemos que
el Evangelio del Amor del Padre, con el que Tú viniste a salvar al mundo, haya
sido proclamado ampliamente en América como don del Espíritu Santo que hace
florecer nuestra alegría. Te damos gracias por la ofrenda de tu vida, que
nos entregaste amándonos hasta el extremo, y nos hace hijos de Dios y hermanos
entre nosotros. Aumenta, Señor, nuestra fe y amor a ti, que estás presente
en tantos sagrarios del Continente. Concédenos ser fieles testigos de tu Resurrección
ante las nuevas generaciones de América, para que conociéndote te sigan y
encuentren en ti su paz y su alegría. Sólo así podrán sentirse hermanos de
todos los hijos de Dios dispersos por el mundo. Tú, que al hacerte hombre quisiste
ser miembro de una familia humana, enseña a las familias las virtudes que
resplandecieron en la casa de Nazaret. Haz que permanezcan unidas, como
Tú y el Padre sois Uno, y sean vivo testimonio de amor, de justicia y solidaridad;
que sean escuela de respeto, de perdón y mutua ayuda, para que el mundo
crea; que sean fuente de vocaciones al sacerdocio, a la vida consagrada
y a las demás formas de intenso compromiso cristiano. Protege a tu Iglesia
y al Sucesor de Pedro, a quien Tú, Buen Pastor, has confiado la misión de
apacentar todo tu rebaño. Haz que tu Iglesia florezca en América y multiplique
sus frutos de santidad. Enséñanos a amar a tu Madre, María, como la amaste
Tú. Danos fuerza para anunciar con valentía tu Palabra en la tarea de la nueva
evangelización, para corroborar la esperanza en el mundo. ¡Nuestra Señora de
Guadalupe, Madre de América, ruega por nosotros! Patricia L. Jáuregui Romero
– Radio Vaticano