Atentados en Nigeria, el cardenal Onaiyekan: actos contra los principios fundamentales
de la humanidad
(RV).- (audio) De nuevo violencia
en Nigeria. Hombres armados atacaron a una unidad especial de la policía en la capital
Abuja. Reacción inmediata de los militares, que lograron repeler el ataque sin causar
víctimas. Probablemente detrás del episodio está la mano de la secta islámica Boko
Haram, los mismos que el domingo dirigieron un doble ataque con coche bomba contra
una iglesia protestante en un cuartel, matando a 11 personas. El dolor por este enésimo
ataque es expresado también por el recién creado cardenal, John Olorunfemi Onaiyekan,
Arzobispo de Abuja
R. – Es muy preocupante que todavía haya un grupo de personas
en Nigeria, que sigue atacando a las iglesias y matando a gente inocente en la jornada
del domingo. Es algo que va en contra de los principios fundamentales de la humanidad.
Usted,
otras veces ya ha precisado que en Nigeria no existe un enfrentamiento interreligioso.
¿Por qué entonces se atenta de nuevo contra los cristianos?
R. – Boko Haram
no es la verdadera cara del Islam en Nigeria. Llamé por teléfono a mi amigo, el sultán
de Sokoto, que es el líder reconocido de todos los musulmanes en Nigeria, y con él,
decidimos que cuando llegue a casa estudiaremos juntos cómo los líderes religiosos
pueden ayudar a nuestro país.
Eminencia, usted se encuentra en el Vaticano
donde el sábado recibió la púrpura cardenalicia de manos de Benedetto XVI. ¿Cómo vive
estas jornadas tan importantes para su vida y vocación, a la luz de lo que está pasando
en su país?
R. – Quiénes hemos participado en el Consistorio, así como en
la misa de la solemnidad de Cristo Rey, debemos dar gracias y gloria a Dios por este
acto de gracia inmensa: una santa alegría que nada podrá borrar, ni siquiera las malas
noticias de mi país. El Santo Padre nos ha recordado que la púrpura no es hacer el
gran maestro, o el grande y eminente señor. El color rojo que usamos nos recuerda
la sangre de los mártires. Yo no he llegado aún: pero algunos de mis fieles han muerto
en estas circunstancias. Su muerte debe ser entendida en el contexto del testimonio
de vida cristiana, la del martirio.