El Apostolado de la Misericordia según el magisterio de Benedicto XVI: Pastoral de
la Salud
(RV).- (Audio) El 15 de noviembre
el Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios (Para la Pastoral de la Salud)
celebra la XXVII Conferencia Internacional sobre el tema «El hospital como lugar de
evangelización, misión humana y espiritual». En una nota de presentación del programa
de actividades por desarrollar del 15 al 17 de noviembre en el Aula Nueva del Sínodo,
se destaca que el tema es una elección inspirada en el Año de la Fe y en el reciente
Sínodo de los obispos centrado en la nueva evangelización. Su Santidad Benedicto
XVI recibirá a los participantes el sábado 17 de noviembre, en la conclusión de los
trabajos.
El presidente del dicasterio, monseñor Zygmunt Zimowski, destaca
que la Iglesia, en adhesión al mandato de Jesús, “Euntes docete et curate infirmos”,
“Vayan, proclamen y curen a los enfermos” (Mt 10,6-8), en el curso de su historia
de dos mil años, ha cuidado de los enfermos y de los que sufren. Esta acción, que
el Beato Juan Pablo II, el Papa fundador de este Pontificio Consejo Pro Valetudinis
Administris (con el Motu Proprio Dolentium Hominum), definió el
“Apostolado de la Misericordia” (Constitución Apostólica Pastor Bonus), tuvo
y tiene carácter tanto individual, como en el caso de grandes santos y santas y de
innumerables beatos y personas de buena voluntad, como colectivo, mediante la obra
de las diócesis, institutos de vida consagrada y otras realidades religiosas y laicas.
Según
el Anuario estadístico de la Iglesia, actualmente son mas de 120 mil los lugares socio-sanitarios
católicos activos en todo el mundo, desde dispensarios en las más remotas áreas del
planeta, hasta los grandes hospitales metropolitanos y universitarios. Una imponente
red de caridad que está al servicio del amor y de la salud porque como subraya el
Santo Padre Benedicto XVI en su Carta Encíclica Deus Caritas Est, n. 28b: “El amor
—caritas— siempre será necesario, incluso en la sociedad más justa. No hay orden estatal,
por justo que sea, que haga superfluo el servicio del amor. Quien intenta desentenderse
del amor se dispone a desentenderse del hombre en cuanto hombre. Siempre habrá sufrimiento
que necesite consuelo y ayuda. Siempre habrá soledad. Siempre se darán también situaciones
de necesidad material en las que es indispensable una ayuda que muestre un amor concreto
al prójimo”.
Este amor -Prosigue el Santo Padre, que “no brinda a los hombres
sólo ayuda material, sino también sosiego y cuidado del alma, un ayuda con frecuencia
más necesaria que el sustento material. La afirmación según la cual las estructuras
justas harían superfluas las obras de caridad, esconde una concepción materialista
del hombre: el prejuicio de que el hombre vive «sólo de pan» (Mt 4, 4; cf. Dt 8, 3),
una concepción que humilla al hombre e ignora precisamente lo que es más específicamente
humano”.
Es así que Mons. Zygmunt Zimowski presidente del Pontificio Consejo
para los Agentes Sanitarios (para la Pastoral de la Salud), destaca que por voluntad
del Santo Padre éste dicasterio promueve y organiza el Apostolado de la Misericordia
y por ello eligió como tema de su XXVII Conferencia Internacional «El hospital, lugar
de evangelización: misión humana y espiritual», un título más que nunca actual que
se desprende además de la comprensión de diversos elementos fundamentales y desafíos
que cuestionan la Pastoral de la Salud, tales como la proclamación por parte de Benedicto
XVI del Año de la Fe, y el reciente Sínodo de los Obispos realizado del 7 al 28 de
octubre sobre el tema “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”.
Todo esto se inscribe en la aparentemente irrefrenable secularización de muchas sociedades,
en el aumento del desvarío, por un lado, entre el progreso técnico-científico de la
medicina y por el otro, el respeto necesario a la unicidad de cada persona, aunque
esté en estado de enfermedad, así como a su dignidad y a su experiencia; todo esto
manteniendo presente el deber moral de respetar y proteger su recorrido terreno, desde
su concepción hasta su natural ocaso.
Para los agentes de la Pastoral de la
Salud, y para todos los bautizado, hay un llamado a ver en el rostro de quien sufre
el rostro de Nuestro Señor Jesucristo, y ofrecer ayuda priva de prejuicios actuando
como enseñó el Buen Samaritano en la parábola evangélica.
La XXVII Conferencia
Internacional -por lo tanto- estará centrada sobre los aspectos teológicos y antropológicos
del mundo de la Salud y de la enfermedad que convergen y caracterizan la vida en el
hospital y del hospital, templo de la humanidad, encrucijada de pueblos, lugar de
misión humana y de profunda expresión teándrica.
Serán tres las directrices
principales de los estudios y de las reflexiones a las cuales como es tradición contribuirán
numerosas personalidades de nivel internacional de la Iglesia, la ciencia y la investigación;
desde la práctica médica y del mundo del voluntariado. En efecto el primer día los
trabajos estarán concentrados sobre la “Historia y misión” y en el siguiente en la
“Ética y humanización”. En la tercera y conclusiva jornada se analizarán los diversos
aspectos de “Espiritualidad y diaconía de la caridad”. Importante destacar que en
la organización de esta Vigésimo Séptima Conferencia Internacional participan centenares
de personas provenientes de todos los continentes. Patricia L. Jáuregui Romero
– Radio Vaticano