La música sacra impulsa la fe y la nueva evangelización
(RV).- Que el canto litúrgico llegue al corazón de todos y así todos alaben dignamente
al Señor. Con gran alegría, Benedicto XVI recibió este mediodía a unos seis mil participantes
en el encuentro promovido por la Asociación Italiana de Santa Cecilia, que en el marco
de su peregrinación a Roma, llegando de todas partes de Italia, mañana participarán
en la celebración eucarística, que presidirá en la Basílica vaticana, el Cardenal
Arcipreste Angelo Comastri.
Tras destacar su aprecio y la importancia del
magnífico servicio de alabanza con el canto de la numerosas Scholae Cantorum, el Papa
señaló la feliz ocasión de este encuentro, en el Año de la Fe, conmemorando la inauguración
del Concilio y subrayando el impulso de la música sacra para la nueva evangelización:
«Este encuentro
se coloca intencionalmente en la conmemoración del 50 aniversario de la apertura del
Concilio Vaticano II. Y con gusto veo que la Asociación Santa Cecilia quiere volver
a proponer a la atención de todos ustedes la enseñanza de la Constitución conciliar
sobre la liturgia, en particular en el artículo VI, sobre la música sacra. En esta
conmemoración, como bien saben, he querido para toda la Iglesia un especial Año de
la Fe, con el fin de promover la profundización de la fe en todos los bautizados y
el compromiso común para la nueva evangelización. Por lo tanto, encontrándome con
ustedes, quisiera subrayar cómo la música sacra puede, ante todo favorecer la fe y,
además, cooperar en la nueva evangelización».
«La tradición musical de
la Iglesia universal constituye un tesoro de valor inestimable, que sobresale entre
las demás expresiones artísticas, principalmente porque el canto sagrado, unido a
las palabras, constituye una parte necesaria o integral de la Liturgia solemne», con
la Constitución Sacrosantum Concilium (N.112), y reiterando la dignidad de la música
sagrada, el Santo Padre evocó a San Agustín, uno de los grandes Padres de la Iglesia,
y a san Ambrosio, para luego agradecer a los cantores:
Ustedes ayudan
a toda la Asamblea a alabar a Dios y a hacer que descienda su Palabra hasta lo más
profundo del corazón: con el canto ustedes rezan y hacen rezar, participando en el
canto y en la oración de la liturgia que abraza a toda la creación al glorificar al
Creador».
Volviendo a recordar la relación entre canto sacro y nueva evangelización,
con la Constitución conciliar sobre la liturgia, que señala la importancia de la música
sacra en la misión ad gentes y exhorta a dar la debida estima a las tradiciones musicales
de los pueblos (cfr. n.119), Benedicto XVI se refirió al papel relevante de la misma
música sacra para favorecer el redescubrimiento de Dios y un renovado encuentro con
el mensaje cristiano y los misterios de la fe.
Como el ejemplo de la conversión
de Paul Claudel, mientras escuchaba el Magníficat en las vísperas de Navidad, en
la catedral de Nuestra Señora de París, recordó también el Papa, invitando a estos
amigos de la Asociación Italiana de Santa Cecilia a perseverar en su compromiso de
mejorar cada vez más la cualidad del canto litúrgico, sin olvidar el gregoriano y
la polifonía. Para que el canto litúrgico llegue al corazón de todos y así todos alaben
dignamente al Señor:
«Quisiera
subrayar que la participación activa de todo el Pueblo de Dios en la liturgia no consiste
sólo en hablar, sino también en escuchar, en recibir la Palabra con los sentidos y
con el espíritu. Y esto vale también para la música litúrgica. Ustedes, que tienen
el don del canto, pueden hacer cantar el corazón de tantas personas en las celebraciones
litúrgicas».