(RV).- Este 3 de noviembre, con el motuproprio “Pulchritudinis Fidei” quedan
formalmente unidas la Pontificia Comisión para los Bienes culturales de la Iglesia
con el Pontificio Consejo de la Cultura que preside el cardenal Gianfranco Ravasi.
Sobre la fusión de la Pontificia Comisión para los Bienes culturales de la
Iglesia con el Pontificio Consejo de la Cultura, mediante el motuproprio
“Pulchritudinis Fidei”, aprobado el pasado 30 de julio por el Santo
Padre Benedicto XVI el purpurado ha destacado algunas notas históricas relacionadas
con la exigencia de una coordinación única y madurada en los años. Al respecto cabe
destacar que el Papa Pío XI en el año 1924, creó la Pontificia Comisión Central para
el Arte Sacro en Italia, dedicada al cuidado del patrimonio histórico y artístico
de la Iglesia, con exclusiva competencia para el territorio italiano.
Por
otra parte, Juan Pablo II con la constitución apostólica Pastor bonus, del
28 de junio de 1988 transformó esta Comisión en la Pontificia Comisión para la Conservación
del Patrimonio Artístico e Histórico de la Iglesia, relacionándola con la Congregación
para el Clero. Y sin embargo, después, el mismo Pontífice será quien la transformará
en la Pontificia Comisión para los Bienes Culturales de la Iglesia con el motuproprio
Inde a Pontificatus (1993).
En una entrevista publicada por el Osservatore
Romano, el Cardenal Gianfranco Ravasi, señala que el Beato Juan Pablo II, uniendo
el Pontificio Consejo de la Cultura y el Pontificio Consejo para el Diálogo con los
No Creyentes, subrayaba la exigencia de una relación estrecha entre el trabajo y
las actividades del Pontificio Consejo y de la Pontificia Comisión. Desde entonces
denominada Pontificia Comisión para los Bienes Culturales de la Iglesia, no siendo
más establecida en la Congregación para el Clero sino otorgándole autonomía, con un
propio Presidente que a su vez formará parte de los miembros del Pontificio Consejo
de la Cultura.
La unificación de los dos organismos “sella” entonces un recorrido
de convergencia que también ha sido actuado en los ordenamientos de muchas Naciones
hacia un uso difundido y hacia una visión cultural amplia y articulada que comprende
el extraordinario patrimonio histórico-artístico de la Iglesia a lo largo de los siglos,
con sus exigencias de tutela, conservación y valorización, recibiendo de este modo
un lugar más digno en el ámbito de las actividades culturales promovidas por la Santa
Sede.
El purpurado presidente del Pontificio Consejo de la Cultura, indicó
que la comisión pasará a ser un departamento, al interno del Pontificio Consejo dedicado
a la Cultura, añadiendo que será al igual que “Fe y arte, el Atrio de los Gentiles
o el que se acaba de constituir dedicado al Deporte”. (Patricia L. Jáuregui Romero
– Radio Vaticano)