(RV).- Una marea de hábitos morados sigue y reza al Señor de los Milagros. Estamos
en su mes, ‘el mes morado’ como lo llaman los devotos del Señor Crucificado. Entrevistamos
a Renato Martínez, peruano que vive en Roma realizando un doctorado titulado “50 años
de Teología en América Latina”, en la Pontificia Universidad Lateranense. Él nos profundiza
en la historia de la devoción del Cristo, y cuenta que los orígenes se remontan a
1655 cuando un fortísimo terremoto afectó gran parte de Lima, y fue ahí cuando ocurrió
el primer milagro. El Cristo había sido pintado en una frágil pared de un barrio de
la capital peruana que fue devastado casi por completo, a excepción del muro de adobe
donde estaba pintada su imagen.
Renato Martínez nos describe en detalle la
imagen y explica que no es sólo una devoción en Perú, sino en muchos otros países,
ya que los inmigrantes peruanos siempre se han llevado consigo mismo lo que más querían.
La devoción es tal que en las procesiones hay una organización como si se tratara
de una ciudad, cada peregrino tiene una función, uno lleva el agua, otro va dirigiendo
el camino, otro se encarga de las canciones…
Nuestro entrevistado habla también
de cómo esta devoción es inigualable con otras del Perú y como ésta les sirve de ventana
para el encuentro con el mismo Jesucristo, con Dios. AUDIO