“Retomar el mismo fervor apostólico de las primeras comunidades cristianas”: Domund
2012
(RV).- (Con audio) “El hijo del hombre ha venido a servir y dar su vida en rescate
por la multitud”, son las palabras que resonaron esta mañana en la Plaza de San Pedro,
en el marco de la Santa Misa para la Canonización de 7 nuevos santos pero también,
celebración del Domund, Domingo Mundial de las Misiones. (Audio)
“El hijo del
hombre ha venido a servir y dar su vida en rescate por la multitud”, fue el versículo
tomado del Evangelio de san Marcos, capítulo 10 que introdujo las palabras del Papa
para explicar que éste texto “manifiesta el sentido de la misión de Cristo en la tierra,
caracterizada por su inmolación, por su donación total”.
Sobre las palabras
del evangelista y aludiendo a la celebración anual del día de las Misiones, en el
penúltimo domingo del mes de octubre, el Papa quiso recordar que “la Iglesia las escucha
con particular intensidad y reaviva la conciencia de vivir completamente en perenne
actitud de servicio al hombre y al Evangelio, como Aquel que se ofreció a sí mismo
hasta el sacrificio de la vida.
En el mensaje de Benedicto XVI para el Domund
2012 (el 21 de octubre), destaca que “la misión ad gentes debe ser el horizonte constante
y el paradigma en todas las actividades eclesiales, porque la misma identidad de la
Iglesia está constituida por la fe en el misterio de Dios, que se ha revelado en Cristo
para traernos la salvación, y por la misión de testimoniarlo y anunciarlo al mundo,
hasta que Él regrese”.
Existen testimonios de laicos comprometidos y misioneros
que han llegado a pagar con su propia vida el anuncio del Evangelio Hoy, Benedicto
XVI en su mensaje nos recuerda que "El encuentro con Cristo como Persona viva que
colma la sed del corazón puede sólo conducir al deseo de compartir con otros el gozo
de esta presencia y de hacerlo conocer para que todos la puedan experimentar" (Mensaje
2012).
En éste ámbito de la celebración del Domund 2012, recordamos que en
días pasados se hizo público el mensaje del Secretario General de la Obra Misionera
Pontificia de la Propagación de la Fe, el padre Timothy Lehane Barrett, SVD, que
pone en especial sintonía esta celebración mundial con la celebración del 50 º aniversario
del inicio del Concilio Vaticano II, el Sínodo de los Obispos sobre el tema de la
Nueva Evangelización y la apertura del Año de la Fe, que tal como señala el Padre
Lehane son eventos que nos ayudan a discernir nuestra fe y percibir con ojos siempre
nuevos las maravillas que Dios hace por nosotros.
De hecho destaca que la
misión es el pilar fundamental de nuestra experiencia de la Iglesia y la promoción
de la misión es esencial si queremos comprender verdaderamente lo que somos como seguidores
de Jesús. “Antes del Vaticano II, la misión fue asignada a las diferentes congregaciones
e institutos religiosos, que estaban en la vanguardia del mandato misionero. Desde
entonces, la tarea se ha hecho compromiso de todo el Pueblo de Dios, ya que cada persona
a través de su bautismo y el don del Espíritu Santo, está llamada a desempeñar un
papel activo en la vida y misión de la Iglesia”.
La Misión ad gentes “debe
ser el horizonte constante y el paradigma” de todo empeño eclesial. En su mensaje
de este año Benedicto XVI dice que "necesitamos retomar el mismo fervor apostólico
de las primeras comunidades cristianas que, pequeñas e indefensas, fueron capaces
de difundir el Evangelio en todo el mundo entonces conocido mediante su anuncio y
testimonio".
Otro aspecto de la Misión comprende que cada Iglesia debe volver
a comprometerse a la universalidad de la actividad misionera. El Secretario General
de la Obra Misionera Pontificia de la Propagación de la Fe, el padre Timothy Lehane
Barrett recuerda sobre este aspecto que la misión está allí donde las personas nos
necesitan, está en las fronteras culturales y geográficas, está en las situaciones
del nuevo ateísmo o en la apatía hacia la vida espiritual y la práctica de la fe;
está en los desafíos de la injusticia o de la cultura de la muerte.
El Domingo
Mundial de las Misiones organizado por la Obra Misionera Pontificia de la Propagación
de la Fe, es un día reservado para los católicos de todo el mundo para renovar su
compromiso con la actividad misionera universal. Se trata de "un día importante en
la vida de la Iglesia, porque enseña cómo dar: como una ofrenda hecha a Dios, en la
celebración eucarística y para todas las misiones del mundo" (RM 81). (Patricia
L. Jáuregui Romero – Radio Vaticano)