(RV).- (Audio) "Para dar renovado
impulso a la misión de toda la Iglesia de conducir a los hombres fuera del desierto
en el que a menudo se encuentran hacia el lugar de la vida, la amistad con Cristo
que nos da su vida en plenitud", cardenales, obispos, sacerdotes, religiosas y religiosos,
laicos y peregrinos se darán cita este 11 de octubre en el Corazón de la Iglesia Universal,
la Plaza de San Pedro, para acompañar a Benedicto XVI en la Celebración Eucarística
con la que abrirá el Año de la Fe.
El 16 de octubre de 2011 en la clausura
de los trabajos del Primer Encuentro internacional de los Nuevos Evangelizadores,
organizado por el Pontificio Consejo para la promoción de la nueva evangelización
-el dicasterio instituido en septiembre de 2010 mediante la Carta Apostólica en forma
de Motu Proprio:Ubicumque et Semper, y cuyo presidente es Mons. Salvatore
Rino Fisichella; el Sucesor de Pedro, al final de su homilía hacía el feliz anuncio:
“Quisiera anunciar en esta Celebración eucarística que he decidido declarar un 'Año
de la fe' que ilustraré con una especial Carta apostólica. Este 'Año de la fe' empezará
el 11 de octubre del 2012, en el 50º aniversario de la apertura del Concilio Vaticano
II, y terminará el 24 de noviembre del 2013, Solemnidad de Cristo Rey del Universo.
Será un momento de gracia y de compromiso por una conversión a Dios cada vez más plena,
para reforzar nuestra fe en Él y para anunciarlo con alegría al hombre de nuestro
tiempo”.
Desde la promulgación de la Carta Apostólica en forma de Motu
Proprio: “Porta fidei”, “Puerta de la fe” que lleva la fecha del 11 de
octubre de 2011 -en el séptimo año de pontificado de Benedicto XVI- ha transcurrido
un año. Con la mirada puesta sobre la gran tarea de la Iglesia de anunciar a Cristo,
camino, verdad y vida, llegamos a la feliz apertura del Año de la Fe con un renovado
espíritu, haciendo tesoro del Concilio Ecuménico Vaticano II, cuyo cincuenta aniversario
de apertura de trabajos se celebra en esta misma fecha.
En resumen, es voluntad
del Santo Padre la de convocar a la Iglesia Universal para que esta celebración que
en definitiva está a las puertas suscite en los creyentes la aspiración a confesar
la fe con plenitud y renovada convicción, con confianza y esperanza, pero también
para intensificar la celebración de la fe en la liturgia, y de modo particular en
la Eucaristía, que es "la cumbre a la que tiende la acción de la Iglesia y también
la fuente de donde mana toda su fuerza".
El próximo jueves acompañaremos al
Santo Padre, y nos sumaremos a las intenciones que elevará desde el atrio de la basílica
vaticana. En todo el mundo, y unidos a la Oración que surja desde el corazón mismo
de la Santa Madre Iglesia, católicos, nos encontraremos para pedir al Señor de la
Misericordia y a María Santísima, Estrella de las Misiones, por los buenos frutos
en este arduo recorrido que nos disponemos a emprender, pero también para pedir por
quien mirando hacia delante y conduciendo el timón de la Barca de Pedro en el tiempo
y el espacio de la Iglesia de hoy, nos anticipa. Patricia L. Jáuregui Romero –
Radio Vaticano Corregido: Hrs. 15.29