(RV).- Benedicto XVI dirigió
un mensaje al cuerpo de la Gendarmería del Estado de la Ciudad del Vaticano, expresando
su profunda gratitud por la fidelidad, pasión y espíritu de sacrificio con que prestan
su generoso servicio al Sucesor de Pedro. El mensaje pontificio fue leído por el Sustituto
de la Secretaría de Estado, Mons. Angelo Becciu, en el marco de la fiesta de este
cuerpo, que en la tarde de ayer celebró a su Patrono, San Miguel Arcángel.
Uniéndose
espiritualmente a esta celebración y renovando sus sentimientos de sincera estima
y gran aprecio - con mayor intensidad en este año - hacia todos los miembros de la
Gendarmería vaticana, el Santo Padre destacó su cordial reconocimiento asimismo por
la forma en que aseguran la tutela del orden público y la seguridad de cuantos residen
o llegan cotidianamente al Vaticano.
El Papa alienta al Comandante, al Capellán,
a los dirigentes, a los comisarios, a los inspectores y cada uno de los gendarmes
vaticanos para que perseveren con serenidad y confianza, siguiendo las huellas de
tantos colegas, que han testimoniado su adhesión a los ideales más elevados, en conformidad
con el espíritu evangélico.
Con sus mejores votos, Benedicto XVI termina su
mensaje a la Gendarmería del Estado de la Ciudad del Vaticano, invocando el amparo
de la Virgen Santa y de su Patrono San Miguel Arcángel, enviando de corazón al Cardenal
Giuseppe Bertello, Presidente del Gobernatorato, al Comandante Domenico Giani, y a
toda la Gendarmería y sus familiares, una especial Bendición Apostólica, que extendió
a las autoridades eclesiásticas, civiles y militares, que participaron en la celebración.