(RV).- En la Sala Marconi de nuestra emisora fue presentado esta mañana el Comunicado
final del Consejo Episcopal Permanente de la Conferencia Episcopal Italiana, reunido
en Roma, bajo la presidencia del cardenal Angelo Bagnasco, del 24 al 27 de este mes
de septiembre. El secretario de la Conferencia Episcopal, Mons. Mariano Crociata,
ha señalado que los obispos italianos están muy preocupados por las dificultades económicas,
la corrupción y la crisis política que redunda especialmente en la familia. Y en este
sentido ha renovado el llamamiento de los obispos a “políticas fiscales que tutelen
la institución familiar y respeten la libertad de educación”.
En la vigilia
del Sínodo dedicado a la Nueva Evangelización, y de la apertura del Año de la Fe,
en el 50º aniversario del Concilio Vaticano II y del 20º de la publicación del Catecismo
de la Iglesia Católica, el Consejo Permanente ha focalizado su atención en algunos
temas y iniciativas específicas como: la formación cristiana de los adultos; la pastoral
vocacional; la 47ª Semana Social de los católicos italianos, centrada en la familia;
y el Congreso Eclesial nacional sobre el tema de la fe.
Respecto a la familia,
Mons. Crociata ha destacado que es ella quien actualmente está llevando el peso principal
de la crisis. “Hijos sin trabajo ni futuro, ancianos enfermos y empobrecidos, enfermos
sin atención adecuada en los hospitales”. La familia se ha convertido en el último
sostén social que ha quedado y por ello la Iglesia que está cercana y es solidaria
a la familia a través de Caritas, ha quedado desconcertada cuando hay fuerzas políticas
y culturales preocupadas, paradójicamente, en debilitar la institución familiar, en
referencia al tentativo de reglamentar jurídicamente las llamadas parejas de hecho,
una situación que quisiera extenderse también a las uniones homosexuales.
“Ante
la pérdida general de valores, la Iglesia responde con la fe y con la caridad” subrayó
el secretario general de la CEI. “Misión de la Iglesia católica es estar presente
con una catequesis que contribuya y participe en la formación y en la educación de
los personas adultas, enseñando a crecer en la fe también a las nuevas generaciones”.
Respecto a las vocaciones, Mons. Crociata ha señalado que “la preocupación de los
Pastores, más que la disminución numérica de los sacerdotes, se refiere a los criterios
que, en la mentalidad corriente en la sociedad, guían a un joven a construir su propia
identidad”. “La condición primera para una auténtica vocación -ha dicho- es la fe
cultivada en la relación con Cristo: de ahí nace el elemento unificador de la identidad
teológica de la vida espiritual del sacerdote” (Audio) (RV-ER)