Declaración del Episcopado boliviano "Caridad y Verdad"
(RV).- Ayer en La Paz, Mons. Oscar Aparicio, Secretario General de la Conferencia
Episcopal Boliviana publicó en el sitio del Episcopado una declaración de los Obispos
bolivianos titulada "Caridad y Verdad" en la que los prelados de esta nación, reunidos
en el Consejo Episcopal Permanente, informan que han compartido la preocupación que
les han transmitido varios grupos y sectores de la Iglesia y de la sociedad, respecto
a algunos aspectos de la realidad actual de Bolivia por lo que ofrecen su palabra
desde los criterios de la fe cristiana.
Frente a las situaciones de conflicto
que se viven actualmente en la sociedad del país, y de otras que se anuncian, los
Obispos de Bolivia llaman, una vez más a deponer actitudes intransigentes de las partes
y a retomar el camino del diálogo responsable como único camino que permite soluciones
verdaderas y duraderas. Por esta razón elevan sus oraciones a Dios, Padre de todos,
y a Jesucristo, Señor de la Historia, para que su Espíritu encuentre acogida en todos
los bolivianos, los edifique en la verdad “que nos hace libres” (Cfr. Jn 8,32), los
anime en la convivencia fraterna y justa, y los fortaleza en el servicio a nuestros
hermanos".
Texto completo de la declaración:
Los Obispos de
Bolivia, reunidos en el Consejo Episcopal Permanente, hemos compartido la preocupación
que nos han transmitido varios grupos y sectores de la Iglesia y la sociedad, respecto
a algunos aspectos de la realidad actual de Bolivia y ofrecemos nuestra palabra desde
los criterios de la fe cristiana.
Consulta TIPNIS
Hemos seguido con
atención y preocupación el curso de la consulta en el TIPNIS contando con la visión
de agentes de pastoral que trabajan en esa región y con la opinión de algunos delegados
que han realizado una visita y han entrado en contacto con representantes de las diferentes
comunidades. La mayor inquietud que ellos expresan es la división que se ha suscitado
entre los habitantes del lugar, entre los que apoyan la consulta y aquéllos que la
resisten.
Esta división ha sido fomentada a través de “regalos” o “reconocimientos”
a comunidades que apoyan la consulta, o por el establecimiento de dirigencias paralelas
de las organizaciones indígenas, hecho que amenaza cada vez más la armonía y convivencia
pacífica de esas comunidades. Esta situación nos interpela como pastores llamados
a pregonar y velar por la unidad y ayudar a evitar toda división. La Palabra nos interpela:
“Nadie busque su interés, sino el de los demás” (Fil 2,4).
En continuidad con
nuestros anteriores pronunciamientos, llamamos una vez más a las autoridades de Gobierno,
a retomar el camino de un verdadero diálogo con los dirigentes indígenas, basado en
la verdad y el bien común, el respeto mutuo, el cuidado del medio ambiente para las
presentes y futuras generaciones, la preservación de la unidad de los habitantes del
TIPNIS y en sumisión a la Constitución Política del Estado.
Derechos humanos
y justicia
Vemos hechos consumados que nos alarman de aquella situación que
ya denunciábamos en nuestra Carta Pastoral del mes de marzo del 2011: “ Una mirada
a fondo a nuestro país muestra que, en la práctica, no sólo algunas personas sienten
que van perdiendo libertades, sino que éstas se recortan en muchos casos mediante
la retardación de justicia, la intimidación y el uso inicuo de la coerción estatal
y del aparato judicial, creando un clima de inseguridad personal que provoca el silencio
y a veces hasta el abandono de la patria, al no encontrar suficientes garantías de
un juicio justo e imparcial dentro de ella”[1]. Este escenario, lejos de mejorar,
ha ido empeorando, poniendo en grave riesgo la vigencia de los derechos humanos y
la institucionalidad.
Muchas personas se sienten perseguidas por expresar un
pensamiento disconforme con el proyecto político instaurado en el país, y lo más aberrante
es que se utilice a la justicia para tal cometido. Un ejemplo de esta situación general
es la demanda judicial que autoridades gubernamentales han instalado en contra de
tres medios de comunicación. Nosotros, junto a numerosas voces de la sociedad civil,
reafirmamos nuestro rechazo a esta medida y pedimos que se actúe de acuerdo a la vigente
Ley de Imprenta.
Muchas otras personas, encarcelados, exilados, refugiados
políticos, están sufriendo porque no hay garantía de un justo juicio y por la retardación
de justicia. Es urgente que el ejercicio de la justicia sea libre de condicionamientos
de tipo económico, social y político, no para la impunidad sino para garantizar juicios
imparciales que establezcan la verdad de los hechos. Nos permitimos también sugerir,
en aras de crear un clima de paz en el país, hacer un gesto de reconciliación, como
un indulto o la amnistía a favor de esos hermanos. Continuar con esa instrumentalización
de la justicia resquebraja seriamente las bases democráticas de nuestra convivencia
que tanto esfuerzo han costado a muchas personas e instituciones y además proyecta
una imagen negativa ante el mundo acerca de la vigencia de los derechos y libertades
fundamentales en nuestro país.
Censo 2012
Hace algunas semanas se ha
hecho conocer la fecha de realización de este importante acontecimiento además de
la boleta que será usada con este fin. Al respecto, consideramos que el Censo es un
instrumento indispensable para reflejar nuestra realidad lo más fielmente posible
y, en base a la misma, elaborar políticas públicas en bien de toda la población, en
especial de los más pobres. En ese entendido animamos a la ciudadanía a apoyar y participar
en conciencia en esta jornada, cumpliendo la normativa establecida y facilitando el
trabajo del personal desplegado con este fin. Para lograr los fines propuestos,
el Censo debe ser un instrumento que manifieste de forma objetiva la realidad en todos
los ámbitos de la vida de las personas y la sociedad boliviana, incluyendo aspectos
tan delicados como la identidad religiosa y sociocultural.
Consideramos que
la dimensión espiritual y religiosa es parte fundamental de la realidad boliviana
que no puede ser desatendida y desconocida, aun en un
Estado laico.
Respecto
a los datos de pertenencia o no a una determinada nacionalidad o pueblo indígena,
es importante salvaguardar el derecho de la población a auto identificarse con libertad,
utilizando la terminología que ella considere más adecuada y que de ninguna manera
puede ser denigrante. En ese sentido defendemos la vigencia en nuestro país de una
cultura mestiza y el derecho de la población a identificarse con ella.
Velando
por el mejor aprovechamiento de este instrumento de desarrollo humano y tratándose
de un operativo que requiere el empleo de importantes recursos humanos, financieros
y de infraestructura, llamamos a la ciudadanía a ejercer un control social al proceso
del Censo y, particularmente, sobre el uso transparente y responsable de la información
recabada, por parte de las autoridades y servidores públicos.
Frente a las
situaciones de conflicto que vivimos y otras que se anuncian, llamamos una vez más
a deponer actitudes intransigentes de las partes y a retomar el camino del diálogo
responsable como único camino que permite soluciones verdaderas y duraderas. Elevamos
nuestras oraciones a Dios, Padre de todos, y a Jesucristo, Señor de la Historia, para
que su Espíritu encuentre acogida en todos los bolivianos, nos edifique en la verdad
“que nos hace libres” (Cfr. Jn 8,32), nos anime en la convivencia fraterna y justa,
y nos fortaleza en el servicio a nuestros hermanos".
Firma el Comunicado Mons.
Oscar Aparicio, Secretario General de la Conferencia Episcopal Boliviana.