(RV).- (Con audio) Cuando se acerca ya el Viaje Apostólico de Benedicto XVI a El Líbano
– del 14 al 16 del próximo mes de septiembre, para firmar y promulgar la Exhortación
Apostólica postsinodal para Oriente Medio – el Director de la Oficina de Prensa de
la Santa Sede, Padre Federico Lombardi declaró que «la preparación del viaje del Papa
prosigue sin incertidumbres por parte del Vaticano».
Ante los temores expresados
por varias fuentes, sobre una eventual cancelación del viaje pontificio, debido a
las repercusiones de la crisis siria sobre la situación en El Líbano, el Padre Federico
Lombardi añadió que el papamóvil ya partió rumbo a Beirut.
Mientras, el nuevo
Nuncio en Israel y Delegado Apostólico en Jerusalén y Palestina, el Arzobispo Giuseppe
Lazzarotto – nombrado hace unos días por Benedicto XVI – reiteró, ante los micrófonos
de Radio Vaticano, la importancia de que prevalezca el diálogo para lograr la paz.
Mons.
Giuseppe Lazzarotto, que ya estuvo en Tierra Santa, puso de relieve su alegría y gratitud
al Papa, así como el anhelo de proseguir la misión de sus predecesores, precisamente,
en la senda del diálogo y la paz. Entrevistado por Sergio Centofanti, la primera pregunta
era cómo recibió el nombramiento:
«Con gran emoción,
tengo que decir, y, por supuesto, con un profundo sentido de gratitud al Santo Padre
por la confianza que me brinda. Para mí, volver a Jerusalén es regresar a casa, pues
hace unos años tuve el gran honor de prestar servicio en Tierra Santa, aunque entonces
no era Nuncio. Ahora vuelvo con toda la responsabilidad del representante del Santo
Padre. Soy consciente de que es un desafío importante. Pero es un reto que acepto
con alegría, porque creo que es importante proseguir el trabajo que, en los últimos
años, han llevado a cabo mis predecesores con gran esfuerzo y con gran generosidad.
Yo seguiré las huellas de su trabajo y seguiré ofreciendo mi total contribución al
diálogo y la paz».
El nuevo Nuncio Apostólico en Israel y Delegado Apostólico
en Jerusalén y Palestina hizo hincapié en que son tantas las personas de buena voluntad
que viven en Tierra Santa y que trabajan intensamente por la paz, sin desfallecer:
«La esperanza
es que prevalezca siempre la conciencia de que sólo a través del diálogo, caminando
juntos, se puedan encontrar las soluciones justas y más apropiadas, para satisfacer
esas aspiraciones que - estoy seguro – tienen tantas personas, diría, la gran mayoría.
Hay tantos hombres y mujeres de buena voluntad, que viven en Tierra Santa y que se
esfuerzan cada día, un paso tras otro, para que este camino hacia la paz quede abierto
por fin para todos. Éste es mi mayor deseo, mi aspiración y mi esperanza.
Momentos
de trabajo, de oración, de amistad fraterna. Mons. Lazzarotto recuerda su vivencia
con la comunidad cristiana, pequeña pero importante y viva en Tierra Santa:
«Cuando pienso
en la comunidad en Tierra Santa, recuerdo tantos rostros de la gente que conocí, con
quien tuve contactos de trabajo, de amistad fraterna, de oración. Pasé momentos muy
intensos, cuando de 1982 a 1984, presté servicio en Jerusalén. Luego, también como
Nuncio a Irak y Jordania, tuve la oportunidad volver a Jerusalén. Los miembros de
la comunidad cristiana viven a diario su compromiso, su testimonio de fe, de forma
activa, a través de su compromiso cotidiano, de pequeños gestos de fraternidad, de
comprensión, de diálogo y de amistad. Creo que éste es el camino necesario, que todos
debemos recorrer para llegar a la gran aspiración, que tenemos ante todos nosotros:
vivir juntos en concordia y fraternidad, para ser un testimonio vivo del Señor resucitado».
En
particular, ante lo que está sucediendo en Siria, la comunidad cristiana en la región
tiene un papel importante, como puente para el diálogo:
«Por supuesto,
es un puente muy importante para el diálogo en esa tierra. Como representante pontificio
será mi principal compromiso interpretar - precisamente como representante del Santo
Padre – este compromiso, para ayudar a todos a su puesta en marcha y desarrollo».