(RV).- (audio)Hoy la Iglesia celebra
el 70 aniversario de la muerte de Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein),
virgen y mártir, copatrona de Europa. Nacida de padres judíos en 1891, Edith Stein
entró en el Carmelo de Colonia y se convirtió en Sor Teresa Benedicta de la Cruz.
Murió en el campo de concentración de Auschwitz, el 9 de agosto 1942.
Juan
Pablo II proclamó santa a “esta eminente hija de Israel e hija fiel de la Iglesia”,
el 11 de octubre de 1998 en la plaza de san Pedro, 11 años después de haberla beatificado
en Colonia.
Santa Teresa Benedicta de la Cruz comprendió que el amor de
Cristo y la libertad del hombre van entrelazados, porque el amor y la verdad tienen
una intrínseca relación. La búsqueda de la verdad y su traducción en el amor no le
parecieron que estaban en contraste, es más, comprendió que eran necesarios uno para
el otro. En nuestra época la verdad viene confundida a menudo con la opinión de la
mayoría. Y además es muy difundida la convicción que se deba utilizar la verdad contra
el amor y viceversa. Pero la verdad y el amor tienen necesidad una del otro. Sor Teresa
Benedicta nos dice: “no aceptéis nada como verdad que sea privado de amor; y no aceptéis
nada con amor que esté privado de verdad. Uno sin la otra se convierte en una mentira
destructiva”.
Un año después de la canonización, el 1 de octubre de 1999,
Juan Pablo II proclamó patrona de Europa a Santa Teresa Benedicta de la Cruz, que
lo es junto con Santa Brígida de Suecia y Santa Catalina de Siena. "Declarar hoy Edith
Stein copatrona de Europa -dijo en aquella ocasión el Papa Wojtyla- significa poner
en el horizonte del viejo continente un estandarte de respeto, tolerancia, de aceptación,
que invita a los hombres y las mujeres a comprenderse y aceptarse más allá de diferencias
étnicas, culturales y religiosas, para formar una sociedad verdaderamente fraterna".
(ER - RV)