“Ampliamente conforme” con respecto a los estándares internacionales
(RV).- El actual sistema de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano es
largely compliant “ampliamente conforme” con respecto a los estándares internacionales.
Lo informó Mons. Balestrero durante la rueda de prensa que presidió en la Sala de
Prensa del Vaticano, en su calidad de Subsecretario para las Relaciones con los Estados,
y de Jefe de la Delegación de la Santa Sede en la Sesión Plenaria de Moneyval, en
la que el pasado 4 de julio se discutió y aprobó el Primer informe de Evaluación sobre
las medidas de prevención del lavado de dinero y del financiamiento del terrorismo
adoptados por la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano.
En el encuentro
con la prensa también participó el director de la oficina de la Sala de Prensa del
Vaticano el padre Federico Lombardi y fueron introducidas al ámbito público las observaciones
principales incluidas en el Informe de Evaluación, compartiendo algunas observaciones
sobre el punto de partida, el recorrido realizado y el que todavía deberá realizar
la Santa Sede.
Recordamos que Moneyval es la herramienta de control primario
del Consejo de Europa en la lucha contra el lavado de dinero y la financiación del
terrorismo (Anti-money-laundering and combating financing of terrorism). El 6 de abril
de 2011, el Comité de Ministros aceptó la solicitud presentada en febrero del mismo
año por el Secretario de Estado Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone al Consejo
de Europa, mediante el que se pedía la inclusión del estado de la Ciudad del Vaticano,
como sujeto de evaluación. El Estado de la Ciudad del Vaticano se comprometía entonces
para una visita por parte de Moneyval en noviembre de 2011.
En este marco,
como ha sido especificado en la evaluación por parte de Moneyval, efectuada por la
Secretaría de Estado, la Santa Sede está convencida de que el propio compromiso en
el plano moral debe estar acompañado por la conformidad y por la efectiva actuación
de los estándares internacionales para la lucha al blanqueo y al financiamiento del
terrorismo. Por otra parte, la conformidad y la actuación efectiva de los estándares
internacionales es lo que hace concreto el compromiso moral.
En su presentación
Mons. Balestrero puso en evidencia el objetivo, que es el de hacer concreto el compromiso
moral, aludiendo a que para la Santa Sede el recorrido representa antes que nada un
compromiso moral y no estrechamente técnico. Como -en este sentido- afirma el Papa
Benedicto XVI en el Motu Proprio del 30 de diciembre de 2010, “muy oportunamente la
comunidad internacional se está dotando cada vez más de principios e instrumentos
jurídicos que permitan prevenir y contrastar el fenómeno del lavado de dinero y del
financiamiento del terrorismo”. Al respecto el Jefe de la Delegación de la Santa Sede
para la Sesión Plenaria de Moneyval destacó que a la luz de las palabras del Santo
Padre es justo que la Santa Sede comparta estos esfuerzos, adoptando y “haciendo propias”
tales reglas, útiles también “al desarrollo de la propia misión”.
En el encuentro
con la presa se puso de relieve que el Estado de la Ciudad del Vaticano dispone de
un pequeño territorio con poca población y un nivel bajo de criminalidad, y que carece
de una economía de mercado. No es un centro financiero y sus actividades en este ámbito
se desarrollan como soporte de las obras de caridad y religión. Sin embargo, al mismo
tiempo la Santa Sede goza de una reconocida autoridad moral y está en profunda conexión
con los países más próximos y con aquellos lejanos en el mundo.
La Santa Sede,
junto con la responsabilidad sobre la misión de la Iglesia universal, también tiene
la tarea de guiar y orientar a las organizaciones católicas presentes en todo el mundo
aun cuando tales organizaciones tengan sede legal en las respectivas jurisdicciones
de pertenencia y por tanto, dijo el representante vaticano, deben respetar la normativa
en materia de prevención y contraste del lavado de dinero y de la financiación del
terrorismo en vigor en las mismas jurisdicciones. En este apartado Mons. Balestrero
pone el acento en que la Santa Sede se sirve de la propia autoridad moral para solicitar
la máxima conciencia con respecto a los demasiados frecuentes crímenes transnacionales
de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo.
Sobre el recorrido realizado,
el representante de la Santa Sede ante la Moneyval aludió a los últimos 19 meses que
han sido un período de intenso trabajo y aprendizaje. Antes de iniciar este camino
existía un buen número de medidas en vigor. Antes que nada, se mantuvo firme la determinación
en la lucha contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo. Además
en el ordenamiento jurídico estaban presente numerosos elementos necesarios para hacer
frente a tales fenómenos criminales. Fue casi a finales del año 2010 que se adoptó
la Ley número 127 en materia de prevención y contraste del lavado de dinero y del
financiamiento al terrorismo, entrada en vigor el 1º de abril del año 2011, y en el
mes de junio del mismo año se hizo operativa la Autoridad de Información Financiera.
En febrero de 2011 se hizo la solicitud a Moneyval de la evaluación sobre
las medidas de prevención en materia. Y, en noviembre del mismo año tuvo lugar la
primera visita de los auditores de Moneyval, los mismos que fueron reputados como
el más sólido equipo de evaluadores que Moneyval haya jamás reunido.
A la
luz de todo esto considerando las primeras observaciones formuladas por los evaluadores
en noviembre de 2011, se hizo evidente que la primera versión de la Ley número 127,
si bien representa un importante paso hacia una normativa interna eficaz, contenía
una serie de lagunas y límites que necesitaban ser colmados. En enero de 2012 la
Santa Sede modificó esta Ley para hacer, entre otras cosas, más efectiva la cooperación
entre las autoridades internas competentes en la prevención y contraste del lavado
de dinero y de la financiación del terrorismo. El nuevo texto legislativo subraya
en particular, la importancia de asegurar un sistema interno sólido y sostenible.
Actualmente, con la reforma realizada, en el sistema de prevención y financiamiento
han sido introducidos algunos elementos enunciados en ocho puntos, mientras que por
otra parte la Santa Sede actuando también por cuenta del Estado de la Ciudad del Vaticano,
con fecha del 25 de enero de este año, ratifico tres Convenciones: la Convención de
Viena contra el tráfico ilícito de estupefacientes y de sustancias psicotrópicas del
1988; la Convención de Nueva York para la represión de la financiación del terrorismo
de 1999, y la Convención de Palermo contra la criminalidad organizada transnacional
del 2000. Estas convenciones son directamente aplicables en el ordenamiento jurídico
interno, mientras el área de la cooperación internacional ha sido minuciosamente verificada.
Los evaluadores han relevado que el actual sistema de la Santa Sede y del Estado de
la Ciudad del Vaticano es largely compliant “ampliamente conforme” con respecto a
los estándares internacionales.
Sin embargo subsisten áreas que necesitan
ser mejoradas. En este sentido el Estado de la Ciudad del Vaticano está consciente
de que la normativa interna en materia de prevención y contraste al lavado de dinero
y financiación del terrorismo puede todavía ser mejorada. Es así que el representante
vaticano ante la Moneyval indicó en Rueda de Prensa que tras las modificaciones legislativas
del pasado mes de enero muchas cuestiones han sido afrontadas, también gracias al
diálogo continuo con los evaluadores. Otras cuestiones serán afrontadas a la mayor
brevedad y dando prueba de efectividad.
En general, las conclusiones son
la siguientes: con referencia a los resultados de la evaluación, la Santa Sede y el
Estado de la Ciudad del Vaticano hacen saber a través del Jefe de la Delegación de
la Santa Sede en la Sesión Plenaria de Moneyval, Mons. Ettore Balestrero que se reforzará
el sistema en su conjunto, en particular entre las 16 Recomendaciones GAFI esenciales
para la lucha contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo, existen
7 áreas a las cuales la Santa Sede debe y quiere prestar particular atención.
El
Informe publicado, indica Mons. Balestrero, representa una piedra miliar en el constante
compromiso de conjugar la responsabilidad moral con la excelencia técnica. “Por tanto
–citamos sus últimas palabras en esta presentación- hemos realizado un paso definitivo
echando los cimientos de una “casa” es decir de un sistema de lucha contra el lavado
de dinero y el financiamiento al terrorismo, que sea sólido y sostenible. Ahora queremos
construir cumplidamente un “edificio” que demuestre la voluntad de la Santa Sede y
del Estado de la Ciudad del Vaticano de ser un “partner” confiable en la comunidad
internacional”. (Patricia L. Jáuregui Romero – Radio Vaticano)