2012-06-22 15:08:47

Con los cultivadores directos


(RV).- Este 22 de junio el Papa recibió a los 100 participantes en la Asamblea Nacional de la Confederación Nacional de Cultivadores Directos, Coldiretti, en Italia, con ocasión del convenio titulado “agricultura familiar para un desarrollo sostenible”. Encuentro que, como dijo el Papa, ofrece la oportunidad de expresar a esta organización su aprecio por el compromiso demostrado a favor de las familias que viven y trabajan en los campos italianos.

Tras distinguir que la sociedad, la economía y el trabajo no representan ámbitos únicamente seculares, y mucho menos extraños al mensaje cristiano, el Papa recordó que se trata de espacios por fecundar con la riqueza espiritual del Evangelio. Tal como citó, la Iglesia no es indiferente a la calidad de la vida de las personas a sus condiciones de trabajo y por ello advierte la necesidad de cuidar al hombre y los contextos en los que vive y produce, para que sean lugares auténticamente humanos y humanizantes.

Al respecto el Siervo de Dios Pablo VI observa que “La Iglesia dirige un cuidado particular a la gente de los campos abriendo el camino a su elevación humana y moral, ayudándola a realizar su misión con dignidad y conciencia de su valor espiritual y social, y añade el Papa, en esta ocupación, la Iglesia se alegra de involucrar las varias agregaciones, como Coldiretti que inspiran la propia acción en los principios de la doctrina social católica y recordó que en esta organización de cultivadores, la enseñanza católica en materia de ética social ha conocido uno de sus más fértiles “laboratorios”, debido a la intuición y sabiduría de su fundador Paolo Bonomi, que trabajo a la luz del Evangelio de la caridad y en el surco del Magisterio social de la Iglesia.

Sobre este gran promotor de los agricultores, Benedicto XVI colocó el modelo a seguir como dignos herederos de tan rico patrimonio ideal: “A ustedes les toca, hoy, permaneciendo fieles a los valores adquiridos, colocarse en un valiente diálogo con las cambiantes condiciones de la sociedad”. Además recordó que a todos ellos les son requeridas una nueva conciencia y un ulterior esfuerzo de responsabilidad ante el mundo agrícola. Por ello los invitó también a sentirse partícipes de tal misión, cada uno comprometido en el papel que reviste, para sostener los intereses legítimos de las categorías que representa, actuando siempre con paciencia y amplitud de mirada.

Tras referirse a la persistente crisis económica y financiera, con sus incógnitas, que pone a los agricultores y pescadores ante desafíos inéditos que están llamados a afrontar como cristianos, cultivando un renovado y profundo sentido de responsabilidad, y dando prueba de solidaridad y generosidad. En este punto Benedicto XVI tras observar que “considerado que a la base de la actual dificultad económica existe una crisis moral”, invitó a los miembros de Coldiretti Italia, para que actúen de modo tal que las instancias éticas mantengan el primado sobre cualquier otra exigencia. Es necesario, les dijo llevar el remedio hasta la raíz de la crisis favoreciendo el redescubrimiento de aquellos valores espirituales de los cuales se desprenden ideas, proyectos y obras. (Patricia L. Jáuregui Romero - Radio Vaticano)








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