Ratificación del Acuerdo de base ente la Santa Sede y Montenegro
(RV).- El Santo Padre Benedicto XVI comenzó sus actividades públicas esta mañana a
las 11 recibiendo en audiencia, en el Palacio Apostólico del Vaticano, al presidente
de Montenegro, Sr. Filip Vujanović, con su esposa y Séquito.
Después del encuentro
con el Papa, el presidente de Montenegro fue recibido por el cardenal Tarcisio Bertone,
secretario de Estado, y por el arzobispo Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones
con los Estados, tal como informa un comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa
Sede.
El motivo principal de esta visita ha sido el intercambio de los instrumentos
de ratificación del Acuerdo de Base entre la Santa Sede y Montenegro, firmado por
el cardenal secretario de Estado y por el presidente de Montenegro al final de su
encuentro. Con este acto el acuerdo entra en vigor según su art. 21.
El Acuerdo,
que se firmó en el año 2011, es fruto de las óptimas relaciones entre la Santa Sede
y Montenegro, establecidas desde la independencia de este país. El documento reconoce,
en el ámbito civil, la personalidad jurídica pública de la Iglesia católica y de sus
instituciones principales, la libertad y la independencia en la actividad apostólica
y en la regulación de las materias de competencia específica de la Iglesia, además
de la libertad de culto y de acción en el ámbito cultural, educativo, pastoral y caritativo.
En
el curso de las conversaciones, que se desarrollaron en un clima de cordialidad, se
ha constatado que el Acuerdo representa un paso positivo en la consolidación del Estado
de derecho y de los principios democráticos sobre los que Montenegro desea fundar
su porvenir. Al mismo tiempo, se produjo un fructífero intercambio de puntos de
vista sobre temas de actualidad internacional y sobre la situación regional. En particular,
se ha confirmado el aprecio con que la Santa Sede sigue el camino de Montenegro hacia
la integración europea. En fin, se ha reafirmado la voluntad de conservar el espíritu
de colaboración, mediante un diálogo constructivo, sobre temas de interés común para
la Iglesia y el Estado.