(RV).- Benedicto XVI ha enviado un mensaje con ocasión de la nonagésimo octava edición
de las Jornadas Católicas de Alemania, el Katholikentag. La misiva está dirigida al
arzobispo de Friburgo, Robert Zollitsch, y a todos los participantes del encuentro
que este año se lleva a cabo en la ciudad alemana de Mannheim.
“Katholikentage”
son las jornadas de meditación de los católicos de Alemania Austria y Suiza. En Alemania
se realiza generalmente cada dos años. Sus orígenes se encuentran en las asociaciones
católicas y diversos movimientos laicos del siglo XIX. El Katholikentag en Alemania
se lleva a cabo desde 1848.
En su mensaje el Santo Padre se refiere al tema
del encuentro: “Osar un nuevo partir”. “Partir - escribe Benedicto XVI- significa
ponerse en movimiento, ponerse en camino. A menudo significa también tomar decisiones
para llevar a cabo cambios y renovación. Solamente puede partir quien está listo a
hacerlo, dejando atrás lo viejo adentrándose en algo nuevo”.
Teniendo en cuenta
la multiculturalidad de Mannheim, el Papa hace notar que el Katholikentag de este
año es realizado en una ciudad en la que conviven tantas ideas y opiniones, modelos
de vida y religiones. “En este contexto el intento de partir significa, reconocer
las posibilidades y los desafíos, y crear espacios de verdadero compartir”. Porque
sólo una humanidad en la cual reine la “civilización del amor”, observa Benedicto
XVI, será capaz de gozar por la verdadera paz. “Como Iglesia tenemos la tarea, el
derecho de anunciar el mensaje del Evangelio de manera abierta y clara. La contribución
de todo bautizado por la nueva evangelización es indispensable -puntualiza el Papa
en su mensaje- recordando también que Alemania necesita de un "nuevo partir misionero
y apostólico".
El Papa se dirige de manera especial a los jóvenes: “He podido
encontrar a muchos de ustedes durante las Jornadas Mundiales de la Juventud en Madrid
y algunas semanas después en la Vigilia en Friburgo”. “Quien como ustedes tiene aun
la vida por delante, se confronta con muchas elecciones a tomar para crear así un
futuro diferente”, les dice el Santo Padre, recordándoles también que en cierto sentido
el 98° Katholikentag es un primer paso hacia el Año de la Fe que iniciaremos dentro
de poco con ocasión del 50° aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II. El
augurio del Pontífice, al final de su mensaje, que es que estos días de fiesta de
la fe en Alemania “nos ayuden a descubrir la belleza y la frescura de la fe de la
Iglesia, a retomarla más profundamente en la propia vida y a proponerla en este tiempo
nuevo”. (Raúl Cabrera - Radio Vaticano)