(RV).- (Corrección nota del 040512) (Audio) El pasado 26 de marzo
el Cardenal Mauro Piacenza, Prefecto de la Congregación para el Clero publicó
en la pagina web de la Congregación una Carta dirigida a los sacerdotes para la Jornada
Mundial de Oración para la Santificación del Clero que se celebrará el 15 de junio,
y en la que destaca que en la proximidad de la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús
y Jornada Mundial de Oración por la Santificación del Clero, la expresión de la Sagrada
Escritura « La voluntad de Dios es que sean santos», si bien está dirigida a todos
los cristianos, interesa de modo particular a los sacerdotes que han acogido no solo
la invitación a “santificarse”, sino también a ser “ministros de santificación” para
sus hermanos.
La Carta a los sacerdotes hace eco de las palabras con las que
el Beato Juan Pablo II introdujo a la Iglesia en el Nuevo Milenio cuando recordaba
el ideal de perfección que debe ser ofrecido inmediatamente a todos. El preguntar
a un catecúmeno: “¿Quieres recibir el Bautismo?” significa al mismo tiempo preguntarle
si quiere ser Santo y alude, además, a que los sacerdotes en su día de ordenación,
escucharon resonar la misma pregunta bautismal que ahora nuevamente resuena en su
corazón, pidiendo una vez más una respuesta personal. Sin embargo –explica- también
les ha sido confiada para que sepan dirigirla a los fieles custodiando su belleza
y valor. “Esta persuasión no está en contradicción con la conciencia de las personales
incapacidades, y tanto menos por las culpas de algunos que, en ocasiones, han humillado
el sacerdocio ante los ojos del mundo”.
El Cardenal Mauro Piacenza,
Prefecto de la Congregación per el Clero recuerda que a distancia de diez años y considerando
el ulterior agravarse de las noticias difundidas, los sacerdotes deben hacer resonar
todavía en su corazón y con más fuerza y urgencia las palabras que Juan Pablo II dirigió
a todos los sacerdotes el Jueves Santo del año 2002 cuando decía que «en este momento,
en cuanto sacerdotes, estamos personalmente sacudidos en lo profundo por los pecados
de algunos de nuestros hermanos que han traicionado la gracia recibida con la Ordenación,
cediendo inclusive a las peores manifestaciones del mysterium iniquitatis que
actúa en el mundo. Surgen así escándalos graves, con la consecuencia de que arrojan
una pesada sombra de sospecha sobre todos los demás beneméritos sacerdotes, que desarrollan
su ministerio con honestidad y coherencia, y en ocasiones con heroica caridad».
La Carta prosigue destacando que mientras la Iglesia expresa la propia preocupación
por las víctimas y se esfuerza por responder según la verdad y la justicia a cada
penosa situación, todos los sacerdotes -conscientes de la humana debilidad, pero
confiados en la potencia sanadora de la gracia divina- están llamados a abrazar el
misterio de la Cruz, y a comprometerse ulteriormente en la búsqueda de la santidad.
En
efecto, el Purpurado, citando las palabras del Beato Pontífice añade: «debemos orar
para que Dios, en su providencia, suscite en los corazones un generoso relanzamiento
de aquellos ideales de total donación a Cristo que se encuentran a la base del ministerio
sacerdotal». El texto completo de la Carta firmada por el Cardenal Mauro Piacenza,
Prefecto de la Congregación para el Clero, que lleva la fecha del 26 de marzo de este
año 2012, puede ser consultado en la pagina web: clerus.org. (Patricia L. Jáuregui
Romero - Radio Vaticano)