(RV).- (Audio) Percibo en los cubanos,
sobre todo en aquellos de la comunidad católica, un enorme deseo de que el Papa les
de una palabra de vida y de aliento. ¿Es ciertamente lo más profundo de la realidad
de estas personas -tan atentas y amables-, la tristeza y la desesperanza? ¿Es el embargo
lo que realmente les quita libertad?
“Que Cuba se abra el mundo y que el mundo
se abra a Cuba”, el eco de Papa Juan Pablo II en Cuba continua resonando y ahora el
gesto del anciano Papa Benedicto de 85 años, de ponerse, con sacrificio en la fila
de los peregrinos de la Virgen de la Caridad como un cubano más.
“Comparto
las alegrías y esperanzas, pero tambien comparto el luto y la dificultad” dijo Benedicto
a los periodistas en el avión. “La Iglesia esta siempre de parte de la libertad: libertad
de conciencia, libartad de religión. En ese sentido contribuimos, contribuyen propriamente
también los simples fieles en este camino hacia delante” afirmó el Papa.
La
Redaccion hispana desea que las palabras y los gestos del papa en Cuba ayuden para
que la bella y misteriosa Cuba no se transforme en una isla de ailados, sea por causa
de los mismos cubanos, sea por causas externas, dado que la primera preocupación de
cualquier jefe que no sea corrupto, debe ser la gente, las personas, especialmente
aquellos que sufren, tanto al interno de los países como en las relaciones internacionales,
desde Cuba, jesuita Guillermo Ortiz (MFB/CA-RV)