(RV).- Con sentimientos de consternación el Presidente de la Conferencia de Obispos
de los Estados Unidos, el Cardenal Timothy Dolan envió a sus obispos una misiva cuyo
tema central es el modo en el que la Administración de su País ha gestionado el problema
de objeción de conciencia respecto a la nueva reforma sanitaria.
El purpurado
exhorta a los obispos a prepararse ante los tiempos difíciles que se avecinan. Además
de elogiar la unidad de los prelados ante las “intrusiones sin precedentes” pero
también ante los ataques contra la libertad religiosa por parte del Department of
Health and Human Services (Departamento de Salud y Servicios humanos), el Cardenal
Dolan reconstruye todos los pasajes de cuanto está sacudiendo a la opinión pública
y en particular la conciencia ética de los trabajadores católicos y personas pertenecientes
a otras religiones que defienden el derecho a la vida. En particular el Presidente
de la Conferencia de Obispos de Estados Unidos rechaza el hecho de que este departamento
tenga la posibilidad de decidir el modo en el cual se puede ejercer el ministerio
de la Iglesia.
Y de la Carta citamos: “Como pastores, queremos gastar nuestras
energías en las actividades en las que la Iglesia está comprometida: el cuidado de
los enfermos, la enseñanza a los jóvenes, la asistencia a los pobres. Pero justamente
porque somos pastores, sentimos que los servicios confiados por Jesús están en peligro
a causa de esta intrusión”.
Importante destacar que en esta carta se comenta
la obligatoriedad a la práctica del aborto que a partir del año 2013 será introducida
en todos los institutos sanitarios, hospitales y clínicas privadas y estatales, administradas
por la Iglesia y no, sin que se dé cauce a la legítima objeción de conciencia.
En
su misiva el purpurado estadounidense expresa su disponibilidad al diálogo con la
administración del presidente Barak Obama, quien a su vez si bien ha declarado disponibilidad
para limar asperezas, por otra parte ha referido la rigidez por parte de su administración.
Por ello el cardenal Timothy Dolan expresa que “no es una batalla solo católica”,
pues recuerda que los opositores insisten en reducir la cuestión a un “problema de
la salud de la mujer” cuando el meollo de la discusión radica en el ámbito de la libertad
religiosa, que –expresa- se encuentra bajo ataque y por tanto debe ser defendida.
El Presidente de la Conferencia de Obispos de los Estados Unidos anuncia que
aplicarán todas las herramientas a disposición inclusive mediante instrumentos legislativos
y judiciales. Por su parte, las Diócesis de los Estados Unidos están preparando material
litúrgico con el objetivo de difundirlo en las parroquias para hacer conocer los términos
en que se está dando esta imposición legislativa de dar asistencia a las prácticas
abortivas y la prescripción de anticonceptivos en estructuras sanitarias administradas
por organizaciones religiosas. Al final de la Carta que está dirigida a todos los
obispos estadounidenses se destaca que “la libertad religiosa es nuestra herencia
, es nuestro patrimonio y nuestra firme convicción sea como fieles católicos que como
americanos”. (Patricia L. Jáuregui Romero - RV)