(RV).- Del 26 de febrero al 11 de agosto, en el marco del Centenario de la Consagración
de Santa Clara, hace 800 años, la Basílica Papal de Santa María de los Ángeles en
Porziuncula hospedará, en los locales de las memorias franciscanas y del Museo de
la Porziuncula, una interesante muestra dedicada a la Santa con el objetivo de celebrar
a una mujer que ha dejado un signo no indiferente en la cultura, la espiritualidad
y el arte, y cuyo carisma todavía hoy interesa a miles de consagradas y cuyo nombre
es muy venerado por doquier. Esta importante muestra espiritual recoge objetos de
arte provenientes de Monasterios de Clarisas, provenientes de Conventos franciscanos,
y de los archivos del Museo de la Porziuncula, para describir la gran figura de Clara
y su visión profética mediante reproducciones gráficas de miniaturas antiguas, las
palabras de los antiguos sus biógrafos pero también aquellas tan significativas de
Su Santidad Benedicto XVI y del beato Juan Pablo II.
En el centro de la muestra
se coloca la Tabla del Maestro de Santa Clara, excepcionalmente expuesta para la ocasión
de este feliz aniversario. Se trata de una obra de valor inestimable parra el arte
medieval que bien podría definirse como punto de referencia y paradigma de todo modo
de representar a la Santa de Asís y describir la importancia de su figura para la
espiritualidad y la vida religiosa. Si observamos el modo ejemplar en el cual el anónimo
autor Maestro de Santa Clara ofrece la efigie resulta más elocuente comprender de
qué manera el arte cristiano ha sido fruto de la espiritualidad del tiempo y haya
influenciado en modo decisivo su resultad. Además de esta gran obra se exponen a la
vista del público algunas obras de “devoción” dedicadas a Santa Clara provenientes
de Monasterios y Conventos franciscanos. Dos artistas contemporáneos como Aurelio
Bruni y Piero Casentini, sensibles a la espiritualidad franciscana se han dado a la
tarea de representar a Clara en los momentos sobresalientes de su acontecer humano
en relación con la Porziuncula y su quehacer es el de transmitir el legado de la Clarisa
desde un punto de vista actual. Hecho muy relevante en materia de aportación al
arte religioso si pensamos que en una época de incerteza iconográfica se trata de
una representación plausible, cargada de mérito por su admirable resultado. La cita
para la inauguración es el próximo Primer Domingo de Cuaresma, 26 de febrero, en los
locales del Museo de la Porziuncula, en Asís, Italia. (Patricia L. Jáuregui Romero
– RV)