(RV).- “Es siempre para mí una gran alegría ver en el día de la Virgen de la Confianza
a mis seminaristas, los seminaristas de Roma, en camino hacia el sacerdocio, ver así
a la Iglesia del mañana, la Iglesia que vive siempre”. Con estas palabras en el
Seminario Romano Mayor, que visitó ayer por la tarde, el Santo Padre saludó a 190
futuros sacerdotes de 5 seminarios romanos, recordándoles que “hay un no conformismo
del cristiano con respecto al mundo”.
Luego de detenerse en adoración ante
el tabernáculo, el Papa tuvo la lectio divina sobre el pasaje paulino de la carta
a los Romanos: la invitación del Apóstol de los Gentiles a ofrecer el propio cuerpo
como sacrificio viviente, santo y agradable a Dios, a no conformarse a este mundo,
a dejarse transformar para poder discernir la voluntad de Dios, aquello que es bueno,
a él agradable y perfecto.
“Pero no conformarse no quiere decir escapar del
mundo, hizo notar el Pontífice, es un camino para ser verdaderamente libres”. El poder
de la finanza y aquel de los medios de comunicación, explicó más adelante el Papa,
ambos necesarios y útiles a veces corren el riesgo de dominar sobre el hombre. El
primero se transforma no más en un instrumento que favorece a la humanidad, sino que
la oprime.
"El mundo de las finanzas no representa más un instrumento para
favorecer el bienestar, para favorecer la vida del hombre, sino se convierte en un
poder que lo oprime, que debe ser casi adorado, mamona, la verdadera divinidad falsa
que domina el mundo. Contra este conformismo de la sumisión a este poder, somos
no conformistas: no cuenta el tener, sino el ser! No nos sometamos a esto, usémoslo
como medio, pero con la libertad de los hijos de Dios.
El Obispo de Roma constató
que del mismo modo a menudo la información no hace realmente luz y aquello que es
dicho o escrito, se vuelve más importante que la misma realidad. El mundo virtual
peligra por lo tanto de convertirse en más importante de aquel real. El cristiano
se conforma para ser libre, recordó el Santo Padre.
"El no conformismo del
cristiano nos redime, nos restituye a la verdad. Pidamos al Señor para que nos ayude
a ser hombres libres en este no conformismo que no es contra el mundo, sino es el
verdadero amor del mundo".
Hoy en día se habla tanto de la Iglesia de Roma,
sobre ella se dicen tantas cosas – ha observó luego el Papa.
"También hoy
se habla mucho de la Iglesia de Roma, de tantas cosas, esperemos que se hable también
de nuestra fe, de la fe ejemplar de la Iglesia de Roma y pedimos al Señor, para que
podamos hacer de tal manera que se hable no de tantas cosas, sino más bien de la fe
de la Iglesia de Roma".
Benedicto XVI advirtió también que el cristianismo
no es solo espiritualización, moralización, sino encarnación. La invitación de Pablo
a ofrecer los propios cuerpos es una invitación a ser un todo uno con Dios. "Realmente
debemos ser traspasados por la realidad de Dios, de tal manera que toda nuestra vida
– y no solo algunos pensamientos – sean liturgia, sean adoración", anotó el Papa.
Benedicto XVI terminó su encuentro con estos seminaristas haciendo notar que
en el día de la Virgen de la Confianza vemos en ella la realidad de todo esto, la
persona que es realmente nueva, que es realmente trasformada, que es realmente sacrificio
viviente. La Virgen vio la voluntad de Dios, vive en la voluntad de Dios, dijo: “Si”
y este si de la Virgen es todo su ser y así nos muestra el camino, nos ayuda, culminó
diciendo el Santo Padre. (Raúl Cabrera - RV)