(RV).- Con una oración por el Santo Padre, los Obispos de la Conferencia Episcopal
de Costa Rica concluyen su mensaje con ocasión de su 103ª Asamblea Ordinaria, celebrada
del 6 al 10 de febrero. En efecto, aludiendo a la próxima visita pastoral que Benedicto
XVI realizará a México y a Cuba, del 23 al 28 de marzo, escriben que junto con la
Iglesia Universal, se unen “en la oración por el Santo Padre, por el éxito de su
viaje apostólico, de manera que sea un tiempo de renovación espiritual para estas
naciones hermanas y para la Iglesia en América Latina”. Y mientras reiteran su “anhelo
de afrontar la nueva evangelización con ímpetu y confianza en el Señor”, consagran
sus vidas “a la tarea de anunciar el Reino de Dios y de servir a su Iglesia”.
En
este mensaje titulado "El diálogo supone, fundamentalmente, la búsqueda solidaria
de lo que es verdadero, bueno y justo para todo hombre", tomado de una frase del beato
Juan Pablo II, los Obispos de Costa Rica se dirigen a los fieles cristianos, y a todos
los hombres y mujeres de buena voluntad, a fin de compartir algunas reflexiones con
el objetivo de fortalecerse en la fe, esperanza y caridad y, para que ayuden a la
vez, a recorrer juntos el camino de la paz y la unidad de la familia costarricense.
Asimismo
destacan que aún resuena en sus corazones el especial encargo que del Papa Benedicto
XVI en que les recordaba que tienen ante sí “la tarea de buscar nuevas maneras de
anunciar a Cristo en medio de una situación de rápidas y a menudo profundas transformaciones.
Porque como les decía el Papa, “también el pueblo costarricense necesita revitalizar,
constantemente, sus antiguas y profundas raíces cristianas para que den frutos de
una vida digna de los discípulos de Jesús”. Por esta razón, y como Pastores del Pueblo
de Dios, reafirman “con entusiasmo, la voluntad decidida de proseguir en el compromiso
de anunciar a Cristo, ‘Luz del mundo’ en quien reside el sentido pleno de la vida”.
De
la misma manera recuerdan que “Costa Rica vive tiempos de cambio”. Circunstancia que
les presenta un extraordinario espacio de reflexión en torno al “Proyecto País” que,
aún, no emerge en el horizonte. Y tras manifestar que advierten “la preocupación
y la desconfianza de algunos sectores que ven con pesimismo el futuro”, afirman que
la historia les enseña que, “en similares ocasiones, tanto el Estado costarricense,
como la sociedad, las instituciones, y el mismo mercado, construyeron formas de convivencia
en democracia que permitieron al país caminar hacia un futuro mejor”.
Mientras
al considerar el tema de la educación para la sexualidad, los Obispos de Costa Rica
recuerdan que, “bajo ningún criterio, puede imponérsele a los padres de familias que
sus hijos reciban una educación sexual reducida a información sexual gráfica y desprovista
de valores morales, con un lenguaje y una metodología que no respetan la modestia
natural de los niños ni la autoridad de sus padres”.
Y apropósito de la conmemoración
del I centenario del Congreso Eucarístico Nacional -realizado en 1913- los Obispos
comunican al Pueblo de Dios la celebración del IV Congreso Eucarístico Nacional, que
tendrá como sede la Diócesis de Cartago, en el año 2013 que, verdaderamente, significará
una gracia excepcional para su patria. Por esta razón instan desde ya, a todos los
sacerdotes, diáconos, consagrados y consagradas, laicos y laicas, a disponerse para
celebrar el Congreso Eucarístico y "puesto que la Eucaristía es misterio de fe, que
supera de tal manera nuestro entendimiento que nos obliga al más puro abandono a la
Palabra de Dios y nadie como María puede ser apoyo en una actitud como ésta", presentan
su súplica a Nuestra Señora de los Ángeles, Patrona de Costa Rica, para que interceda
ante su Hijo, por las gracias y dones que aspiran alcanzar. (María Fernanda Bernasconi
– RV).