Testimonio de una víctima de abusos, Mary Collins: La fe me ayuda a superar el horror
del pasado
(RV).- Sobre la importancia de los resultados que deberán surgir de este simposio,
en particular para proteger a las víctimas de los abusos y prevenir que se repitan
tales abusos, la señora Mary Collins, víctima de abusos sexuales por parte de un sacerdote,
fue entrevistada por nuestro colega italiano, Stefano Leszczynski:
(AUDIO)
R. – The fact
that the Church is holding a Symposium like this is just so important! ¡El hecho
mismo que la Iglesia haya decidido desarrollar un simposio de este tipo es ya algo
muy importante! Como víctima, he criticado mucho a la Iglesia, -por así decirlo- he
sufrido mucho daño de mi diócesis cuando quise llevar a la persona que abusó de mi
ante de la justicia, pero nosotros no podemos vivir en el pasado: debemos seguir adelante.
Lo más importante –¡la única cosa importante!- es la seguridad de los niños. Y desde
un simposio como este, espero que los líderes de la Iglesia puedan obtener mayores
conocimientos y comprensión del argumento, y aprender a evitar que esto vuelva a
suceder, de este simposio saldrán también estrategias que podrán prevenir todo esto.
¡No será nunca suficiente decir cuánto esto sea importante! Me preocupa nada más que
las líneas guía que se pondrán en practica no sean suficientes.
Es indispensable
que hayan consecuencias para todo miembro de la jerarquía eclesiástica que no ponga
en practica estas línea guía. Sino de nada sirve tener las palabras en el papel, si
luego no se ponen en acto. Es evidente que la cuestión de los abusos no está limitada
a la Iglesia: está en la sociedad. Pero si la Iglesia pudiera indicar a la jerarquía
como prevenir este mal terrible, sería una gran contribución en la curación y ayudaría
a las personas que han perdido tanto, a que vuelvan a encontrar el respeto, son personas
que han sido heridas profundamente por le modo en que la Iglesia ha tratado este fenómeno
hasta hoy día,
Sra. Collins, ¿qué necesitan los niños que han sufrido abusos,
una vez que se han dado cuenta que les ha ocurrido algo errado, incorrecto?
(AUDIO)
R. – It’s not
what the abuser does to you physically: it’s how they make you feel … No es tanto
lo que te hace el abusador a nivel físico: más bien, es cómo te hace sentir sicológicamente.
Yo me hice una opinión equivocada de mí misma, y por eso desarrollé una visión de
mí misma como de una persona mala, una persona indigna. No quería que nadie supiera
nada. L agente se pregunta: ¿por qué los niños no cuentan lo que les pasó? Y no lo
hacen porque sienten que han sido ellos los que han hecho algo malo, por eso no lo
cuentan a nadie. Crece dentro de ellos mismos la conciencia que hay algo dentro de
ellos lleno de maldad, algo equivocado. En mi caso, esto me conllevó a una forma grave
de depresión: me convertí en una persona fóbica, me vinieron ataques de pánico, no
logré quedarme fija en un trabajo porque no lograba trabajar y fui continuamente internada
en hospitales siquiátricos…. Después de 30 años logré contar todo a un médico, y a
obtener ayuda. Cuando finalmente logré contar lo que me pasó, que logré regresar al
pasado y afrontar lo que me pasó –desde hace 15 años- no caí más en depresión, y
no tuve más estados de ansia. Por tanto, a mi parecer, cuanto antes se logra entender
que un niño fue víctima de abusos, y cuanto antes se logra ayudarlo, haciéndolo hablar,
y ayudándolo con la terapia, cuanto antes se logra salvar el resto de su vida.
Por
último, Sra. Collins, ¿Cómo logró mantener su fe católica y reconciliarse con la
misma Iglesia que la traicionó tanto?
(AUDIO) R. – I have tried
very hard to work with the Church at home, I have worked on … Me comprometí tanto
en trabajar con la Iglesia, en la casa, colaboré con el Comité que ha lanzado las
líneas-guía para la tutela de los niños, trabajé en la diócesis de Dublín para organizar
la oficina para la tutela de los niños… y sin embargo aún hoy, me cuesta mucho practicar
mi religión. Quiero ser católica, permanecer en la Iglesia, y lucho con las uñas y
los dientes, para no desistir. Y quiero concluir esta historia. Porque mi esperanza
es que al final mi Iglesia logrará remediar. Hay tanta falta de respeto y de confianza
en casa, en mi país… todo fue tan devastador… y lo que fue devastador no fue descubrir
que dentro de la Iglesia hay personas que cometen abusos: en la sociedad sucede por
todos lados, en los equipos de futbol, entre los entrenadores de natación, entre los
maestros…. Lo devastador fue descubrir que estas personas eran protegidas por hombres
que deberían haber protegido a los niños: esto es lo que más dañó a la fe y a la confianza
de la gente: y es esto lo que hizo tanto daño a mi fe y a mi confianza. Pero no perdí
la fe en Dios y en Jesús: esto no cambio para nada. Pero tengo dificultad en practicar
mi religión, tengo mucha dificultad… pero me mantengo fiel a mi fe.