Sirve el compromiso de todos: gobiernos y organismos internacionales, fármacos gratuitos
y prevención
(RV).- «En la lucha contra el Morbo de Hansen sirve el compromiso de todos los hombres
de buena voluntad». Es el mensaje del presidente del Pontificio Consejo para los Agentes
Sanitarios, para la 59 Jornada Mundial contra la Lepra – que se celebra el próximo
domingo - en el que el Arzobispo Zygmunt Zimowski alienta a impulsar el amor, la gratitud,
la responsabilidad y el testimonio.
El importante compromiso individual y de
las realidades eclesiales de voluntariado, no eximen de su responsabilidad a los gobiernos
y a los organismos internacionales - señala el mensaje publicado este viernes - recordando
la urgencia de la distribución gratuita de medicamentos y de la prevención.
Aunque
la Lepra aún no haya sido erradicada, si bien el número oficial de nuevos contagios
siga disminuyendo – situándose en unos 200 mil casos, según la Organización Mundial
de la Salud – Mons. Zimowski hace hincapié en que «además de sostener la distribución
gratuita de los fármacos necesarios, se debe promover ulteriormente un diagnóstico
tempestivo y la perseverancia en someterse a las terapias. Así como es fundamental,
reforzar la obra de sensibilización y de formación de comunidades y familias en riesgo
de contagio».
«¡Levántate, vete; tu fe te ha salvado!» (Lc 17,19) Con éste
que es el tema elegido por Benedicto XVI para la XX Jornada Mundial del Enfermo, que
evoca el episodio evangélico de los 10 leprosos curados por Jesús y acogidos nuevamente
en la comunidad, reinsertados en el tejido social y laboral, el Presidente del Pontificio
Consejo para la Pastoral Sanitaria reitera la importancia de la gratitud del leproso.
Y, como destaca el Papa, en particular, las palabras que el Señor dirige a
uno de ellos: «¡Levántate, vete; tu fe te ha salvado!» (v. 19), «ayudan a tomar conciencia
de la importancia de la fe para quienes, agobiados por el sufrimiento y la enfermedad,
se acercan al Señor. En el encuentro con Él, pueden experimentar realmente que ¡quien
cree no está nunca solo! En efecto, Dios por medio de su Hijo, no nos abandona en
nuestras angustias y sufrimientos, está junto a nosotros, nos ayuda a llevarlas y
desea curar nuestro corazón en lo más profundo (cf. Mc 2,1-12)».
El amor del
Señor, que en el amor de la Iglesia, prolonga en el tiempo su obra salvífica, se expresa
también a través del compromiso individual y de las realidades eclesiales de voluntariado,
entre las que se destacan la Fundación Raúl Follereau y la Soberana Orden de los Caballeros
de Malta, señala Mons. Zimowski, advirtiendo luego que los logros obtenidos hasta
ahora, «no eximen ciertamente a los gobiernos y a los organismos internacionales en
su responsabilidad de aumentar su atención y su trabajo contra la difusión de la lepra,
ni en lo que se refiere a su responsabilidad en la prevención, en términos educativos
y de higiene sanitaria, y en la readmisión de la persona curada, sosteniendo al mismo
tiempo a todas las víctimas de la infección».
En lo que se refiere a la importancia
del testimonio de las personas curadas y reinsertadas en ámbito social y laboral,
manifestando toda la riqueza de su dignidad y espiritualidad, Mons. Zimowski señala
que todas estas consideraciones contribuirán al progreso de la lucha contra el Morbo
de Hansen, que durante milenios representó una plaga aterradora. Pues, sólo el compromiso
de todos y en todos los ámbitos consentirá transformar la lepra, de amenaza y flagelo,
en memoria, aun espantosa del pasado».
El mensaje termina encomendando a María,
Madre de Misericordia y Salud de los Enfermos, a todos nuestros hermanos y hermanas
víctimas de la lepra, para que con su maternal compasión y cercanía los acompañe siempre
también en la cotidianidad de la vida».