El migrante nos obliga a "emigrar" de nosotros mismos
(RV).- “Luchas de orientación pastoral de la Iglesia para la realidad migratoria actual”.
Este es el título emblemático de la conferencia pronunciada este domingo 22 de enero,
en Fátima, Portugal, por Mons. Gabriele Bentoglio, subsecretario del Pontificio Consejo
para los Migrantes e Itinerantes, con motivo del 50 aniversario de la Fundación de
la Obra Católica portuguesa para las migraciones.
“El extranjero que cruza
la frontera tiene sed de relaciones nuevas y universales, que hace actual el misterio
de Pentecostés. Es por ello que las Iglesias locales, que se enfrentan a una creciente
presencia de personas que vienen de otras áreas geográficas y culturales, no pueden
permanecer indiferentes, dijo Mons. Bentoglio. Es necesario asumir nuevas formas de
pastoral entre las comunidades, donde las minorías sean respetadas y no se limite
a proporcionarles sólo un poco de folclore "étnico" en las periódicas "fiestas de
los pueblos”, que si bien son iniciativas positivas para los inmigrantes, no son suficientes.
De
hecho, el migrante obliga a cada uno de nosotros a "emigrar" de nosotros mismos, hacia
la comunión y la universalidad. En la experiencia de una hospitalidad auténtica, la
presencia de los migrantes se convierte en providencial para todos. El subsecretario
del dicasterio de los Migrantes e Itinerantes señaló que el agente de pastoral -sea
sacerdote, religioso o laico- ha de moverse entre la acción de guía de su gente y
el de animador de la Iglesia de acogida, asumiendo también el papel de "puente" de
reconciliación con la Iglesia de origen.
“Hoy -afirmó el prelado- advertimos
la urgencia de una pastoral de promoción-formación que se proponga instaurar un verdadero
sentido de igualdad y de diálogo entre culturas y expresiones religiosas”. Sólo será
posible cuando cada uno sea consciente de su identidad específica. Esto permitirá
a los migrantes pasar de ser un "objeto" de asistencia y protección, a ser un "sujeto"
de cultura y protagonista, capaz de ser él mismo, sin necesidad de asimilación mimética
con la cultura de la mayoría de la población local y con sus comportamientos”. Mons.
Bentoglio terminó subrayando que hoy la cuestión fundamental no es "qué tipo de pastoral"
y "qué tipo de misión", sino "hacía que tipo de eclesiología" nos estamos encaminando
(ER-RV)