(RV).- “Evangelización y unidad”. Así titula nuestro Director Genral, el P. Federico
Lombardi, su editorial para el semanario Octava Dies del Centro Televisivo Vaticano:
“La nueva evangelización puede ser más fructuosa si todos los cristianos
anuncian juntos la verdad del Evangelio de Jesucristo y dan una respuesta común a
la sed de nuestros tiempos” dijo el Papa en la audiencia general del 18 de enero,
en el comienzo de la Semana de oración por la unidad.
Una vez más, parece
evidente que el empeño ecuménico es esencial e interno a la misión de la Iglesia en
el mundo de hoy y a las líneas principales del Pontificado. El tema de la “nueva evangelización”
que nos acompaña hacia el Sínodo de los Obispos del próximo otoño es intrínsecamente
ecuménico, y el “Año de la fe” anunciado por el Papa también tendrá una dimensión
ecuménica a nivel universal, caracterizada por celebraciones específicas, como ha
explicado una reciente Nota de la Congregación para la Doctrina de la fe, al recordar
que “la unidad de todos los cristianos es uno de los principales intentos del Concilio
Vaticano II”, del que se celebra el quincuagésimo aniversario.
La sed
espiritual de nuestro tiempo invoca una respuesta común creíble y eficaz, a pesar
de las dificultades. El Papa, hablando a una delegación finlandesa, ha observado que
“recientemente las cuestiones éticas se han convertido en uno de los puntos de divergencia
entre los cristianos”, pero que “un acuerdo profundo entre los cristianos sobre las
cuestiones antropológicas puede ayudar a la sociedad y a los políticos a tomar decisiones
sabias y justas con respecto a importantes temas en las esferas de la vida humana,
de la familia y de la sexualidad”. En suma, unidad para la comunión en la fe, unidad
para el servicio del camino de la humanidad. (Traducción de María Fernanda Bernasconi
– RV).