Panameños llamados a la responsabilidad y solidaridad
Sábado, 14 ene (RV).- La Conferencia Episcopal Panameña hizo público el mensaje “Una
llamada a la responsabilidad, a la participación y a la solidaridad”. Los prelados
tras la celebración de la Asamblea Ordinaria número 193 (del 9 al 13 de enero), destacan
que animados por las conclusiones de Aparecida y por las llamadas del Santo Padre,
la Iglesia está impulsando un proceso de conversión personal y pastoral, a fin de
alcanzar la renovación que exige la encarnación del Mensaje de Jesucristo en las realidades
de este mundo. En este contexto, los obispos están celebrando desde ayer y hasta el
próximo lunes 16 de enero, la II Asamblea Nacional de Pastoral, para afrontar los
retos de la situación religiosa, social, política, económica y cultural del País.
Además el comunicado destaca que dicha Asamblea será un momento de gracia, que invita
a la humildad, a la conversión, a la reconciliación y a la esperanza. Los obispos
encabezados por Mons. José Luis Lacunza Maestrojuan, Obispo de David y Presidente
de la Conferencia Episcopal recuerdan que si bien, es cierto que Panamá experimenta
procesos democráticos y económicos importantes, aún no posee un rumbo asegurado y
tampoco está a salvo de un escenario de regresión autoritaria, aun por la vía electoral.
Ante este panorama que suscita temor por la democracia en el País, es necesario
–escriben- realizar esfuerzos permanentes para lograr consensos y reorientar el modo
de entender y hacer la política, de tal manera que respete la dignidad de la persona,
sus derechos y obligaciones y pueda responder a las exigencias del nuevo escenario
nacional e internacional. Por otra parte se pone de relieve la urgencia de hacer participar
a todos los panameños en la generación y distribución de la riqueza; modernizar la
educación, y hacer que la democracia sea más participativa, fortaleciendo a la familia
"santuario de la vida, casa y escuela de comunión, formadora de personas y promotora
de justicia".
El mensaje alude especialmente a que la Iglesia no ha cesado
y no cesará de preocuparse por el bien común y por la defensa de los principios éticos
no negociables y llama a los hombres y mujeres de buena voluntad para actuar de tal
manera que sean fermento en la sociedad, a fin de lograr el consenso moral que haga
posible la construcción de un Panamá más justo, equitativo y solidario. Los obispos
concluyen invocando a Santa María la Antigua, patrona de Panamá, para que interceda
por los panameños al empezar un nuevo año. (PLJR - RV)