Viernes, 6 ene (RV).- Sus orígenes se remontan al Siglo XVIII, cuando los nativos
de algunas regiones del sur del continente bailaban y rendían culto al niño Dios.
Durante la colonia, esta celebración daba la oportunidad para que los esclavos negros
y mestizos celebraran el nacimiento de Jesús, identificándose con el mago de raza
negra llamado Baltasar. Esta conmemoración tiene gran aceptación en América Latina,
particularmente en el Perú y Chile.
Al respecto escuchemos al Obispo de Iquique,
Chile, Monseñor Marcos Ordenes