2011-12-10 10:40:24

La Iglesia en Mauricio: “A la luz de las injusticias sufridas por los descendientes de los esclavos”


Sábado, 10 dic (RV). – (Audio) RealAudioMP3 La Iglesia en la Isla de la República de Mauricio, país insular ubicado al suroeste de océano Indico, a 900 kilómetros de las costas orientales de Madagascar, anunció que está preparada para participar en el proceso nacional de perdón por la esclavitud abriendo sus propios archivos a la Comisión “Justicia y verdad” encargada de evaluar las consecuencias de la esclavitud y de la explotación de los de trabajadores a partir de la época colonial hasta nuestros días. En una nota difundida por Mons. Maurice Piat, obispo de Port-Louis se destaca que es importante saber la verdad para restablecer la justicia porque en pasado, grupos de hombres se vieron ofendidos de modo grave. Asimismo ha reiterado que las consecuencias de dichas ofensas todavía hoy existen. Mons. Piat escribe que si en pasado se pensó que el olvido y el silencio podía dar alivio, ahora es a través de la palabra libre que la verdad se materializa y conduce a la sanación.

El Prelado responde a cuanto fue solicitado por la Comisión “Justicia y verdad” que lanzó un llamamiento cuando pidió “a la luz de las injusticias sufridas por los descendientes de los esclavos y de los trabajadores en condición de semi esclavitud, que instituciones como la Iglesia católica, presenten sus disculpas oficiales”. Según una nota se considera que la Iglesia local entre los años 1722 y 1835, no protestó contra el denominado “Código Negro” vigente en la legislación en vigor en aquellos años y que consideraba que los esclavos eran objetos y los obligaba a convertirse al catolicismo, que era la religión del Estado. Al respecto Mons. Piat, obispo de Port-Louis en la República de Mauricio destaca en su mensaje que “en la tradición de la Iglesia existe el reconocer los errores cometidos en el curso de la historia, pedir perdón y buscar un camino de reparación. Recuerda, además, el gesto de de Juan Pablo II en el Jubileo del año 2000, así como su discurso pronunciado en 1992 cuando visitó Senegal, reconociendo los terribles sufrimientos infligidos por la esclavitud cuando pidió que fuera confesado “con verdad y humildad este pecado del hombre contra el hombre y del hombre contra Dios”.

El obispo de Port-Louis, en más de una ocasión, se ha pronunciado sobre este tema definiendo la esclavitud como “una terrible ofensa cometida contra hermanos y hermanas; una ofensa que también es un pecado contra Dios”. Recuerda sin embargo el trabajo realizado a partir de 1841 por el sacerdote, misionero y médico francés Jacques Désiré Laval de la sociedad del Santo-Corazón de María fundada por el Padre François Libermann conocido como el “Apóstol de los negros” que abrió las puertas de la Iglesia a los criollos y a los descendientes de los esclavos en Mauricio.

Numerosas también las iniciativas que la Iglesia actualmente está emprendiendo mediante instituciones como Caritas, escuelas y parroquias para realizar un camino de reparación hacia criollos y descendientes de los esclavos. En su mensaje el obispo de Port-Louis recuerda que “un camino de liberación y de esperanza ha sido abierto” pero que “el recorrido de la reparación es todavía muy largo”, y por esta razón invita a los fieles a “definir un nuevo contrato social para que cada ciudadano de la República de Mauricio venga reconocido y respetado en su dignidad y en sus derechos”.
Patricia L. Jáuregui Romero







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