Papa y los niños de Benín: por desgracia una parte doliente de África
Jueves, 17 nov. (RV).- El encuentro de Benedicto
XVI y los niños de Benín, el sábado 19, será uno de los momentos más singulares de
su visita apostólica donde no serán, esta vez, los jóvenes o los enfermos las citas
tradicionales del Pontífice en sus viajes, sino la infancia africana. En el Hogar
“Paz y Alegría” de las Hermanas Misioneras de la Caridad de Madre Teresa de Calcuta,
junto a la Parroquia de Sant Rita en Cotonou, el Santo Padre se reunirá con un grupo
de niños que lo acogerán con cantos y danzas tradicionales. Niños abandonados, enfermos,
muchos de ellos con Sida, son los huéspedes de este centro gestionado por 6 hermanas
misioneras.
Cómo no recordar las palabras de Benedicto XVI que al hablar
del sufrimiento de los niños advirtió que de éste “se eleva un silencioso grito de
dolor que interpela a nuestra conciencia de hombres y de creyentes”. Lo hizo en su
mensaje para la Jornada grito de dolor que interpela a nuestra conciencia Mundial
del enfermo 2009, en el que habló de aquellos niños que llevan en su cuerpo las heridas
de la enfermedad, pero también de los que sufren las consecuencias del mal. “Hay
niños heridos en su cuerpo y en su alma – escribió el Papa- cono consecuencia de conflictos
y guerras, y otros víctimas del odio de personas adultas insensatas. Hay 'niños de
la calle', privados del calor de una familia y abandonados a sí mismos. Hay un “incalculable
número de menores que mueren a causa de la sed, del hambre, de la carencia de asistencia
sanitaria, como también los pequeños exiliados y prófugos de su propia tierra con
sus padres en búsqueda de mejores condiciones de vida”.
Los niños africanos
sufren todas las consecuencias de ese “mal” del que habla Benedicto XVI. No es gratuito
que en las propuestas surgidas en el II Sínodo de Obispos para África los Obispos
se dedique un punto específico a ellos. “Lamentablemente -denuncia el documento-,
los niños son sometidos a tratamientos intolerables: abortos, orfandad, desprecio
de los albinos, niños de la calle, abandonados, niños soldado, prisioneros, obreros,
discapacitados físicos y mentales, acusados de brujería, esclavos del sexo, traumatizados,
sin ninguna perspectiva, sin ninguna orientación cristiana. En fin, la visita del
Papa a los niños de Benín, es a todos los niños de África y un llamado a protegerlos
y amarlos como Jesús que los colocó en un lugar privilegiado de su Reino. "La realidad
de la infancia constituye una parte grande y por desgracia doliente de la población
africana. Como el Señor Jesús, la Iglesia no ve en ellos principalmente destinatarios
de asistencia, y todavía menos de pietismo o de instrumentalización, sino a personas
de pleno derecho, cuyo modo de ser indica el camino real para entrar en el reino de
Dios, es decir, el de abandonarse sin condiciones a su amor". (Homilía de Benedicto
XVI en la Misa de Apertura de la II Asamblea del Sínodo de los Obispos para África). RV-ATD