Católicos y judíos unidos para afrontar la amenaza del fanatismo religioso
Martes, 8 nov (RV).- Católicos y judíos deben unir sus fuerzas para promover la libertad
religiosa, afrontar la amenaza común del fanatismo religioso, defender los derechos
de los inmigrantes y promover un regreso al debate civil de temas de actualidad política
y religiosa. Esto sólo será posible capitalizando de la mejor forma los progresos
realizados durante los últimos 50 años de relaciones.
Es la conclusión de Mons.
Timothy M.Dolan, presidente de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos durante
su intervención en el congreso anual de la Liga Antidifamación, la organización internacional
que se ocupa del antisemitismo. Refiriéndose al estado actual de las relaciones judeo-católicas
y según informa la agencia Cns, el arzobispo de Nueva York recordó el punto de inflexión
que significó el documento conciliar “Nostra Aetate” que abrió el camino a las históricas
visitas de Juan Pablo II y Benedicto XVI a las sinagogas y a Israel y a los encuentros
de Asís, iniciativas impensables –dijo Mons. Dolan- hace 50 años.
Entre los
distintos motivos por los que alegrarse el prelado mencionó que desde el Concilio
Vaticano II ambas comunidades han desarrollado una nueva sensibilidad recíproca y
han institucionalizado sus relaciones en el dialogo. “Uno de los indicadores de los
progresos realizados –dijo- es la capacidad de hablar con calma de temas controvertidos
como el Papa Pío XII y el Holocausto o el obispo negacionista Richard Williamson.
Mons. Dolan subrayó la necesidad de una colaboración más estrecha para hacer frente
a los nuevos retos comunes de la actualidad, empezando por la defensa de la libertad
de conciencia y de religión que arriesgan ser pisoteadas por discutibles elecciones
políticas gubernamentales.
Otra amenaza que aúna a judíos y católicos, mencionada
por el presidente de los obispos de EE.UU., es el fanatismo islamista, del que pueden
defenderse buscando el diálogo “con los líderes del Islam moderado para construir
juntos la defensa recíproca de los derechos religiosos”. Mons. Dolan exhortó además
a incrementar esta unión para defender los derechos de los inmigrantes recordando
que a menudo los católicos y judíos de Estados Unidos descienden de inmigrantes huidos
de las persecuciones religiosas de sus países de origen. Por último el prelado expresó
el deseo de que católicos y judíos, blanco frecuente de las acusaciones de oscurantismo,
puedan favorecer juntos el regreso a un debate público civil sobre temas religiosos
y políticos.