Sábado, 5 nov (RV)- «¡Que el testimonio dado por las personas consagradas sea cada
vez más significativo, en una sociedad fuertemente marcada por la secularización y
la indiferencia religiosa, así como por una gran sed de espiritualidad!». Es el anhelo
de Benedicto XVI, transmitido a los obispos de Francia, en un mensaje con motivo de
la Asamblea Plenaria de la Conferencia episcopal francesa, reunida a los pies de la
Virgen de Lourdes.
El mensaje pontificio, firmado por el Cardenal Secretario
de Estado de Benedicto XVI y dirigido al Cardenal Arzobispo de Paris y Presidente
de la Conferencia Episcopal gala, señala que el Papa encomienda a Nuestra Señora de
Lourdes este momento tan importante para la Iglesia en Francia y comparte los principales
puntos del programa de trabajo de esta reunión, de los que ha sido informado por los
mismos obispos y que se centran en la necesidad de reimpulsar la vida espiritual en
las diócesis.
Haciendo hincapié en que, «en el corazón de esta renovación,
la vitalidad de la vida consagrada, en todas sus diferentes formas, ocupa un lugar
especial», Benedicto XVI señala asimismo la importancia de la participación en la
Eucaristía, como necesidad indispensable para el dinamismo de la vida cristiana.
Y
deseando que «la preparación del Año de la Fe, que el Santo Padre acaba de promulgar,
sea también una nueva oportunidad para encontrar los medios adecuados con el fin de
celebrar en sus diócesis, de manera digna y fecunda, la Eucaristía, permitiendo también
a los que creen en Jesucristo, poder revigorizar su adhesión al Evangelio y su testimonio
de vida cristiana, el mensaje de Benedicto XVI a los obispos de Francia, reunidos
cerca de la Gruta de Massabielle, termina con sus mejores deseos y su Bendición Apostólica. CdM