Cinco nuevas beatas, religiosas mártires, para Bosnia y Herzegovina
RV - El próximo sábado, 24 de septiembre, tendrá lugar en la diócesis de Vrhbosna
- Sarajevo, en Bosnia y Herzegovina, el rito de Beatificación de María Julia Ivanišević
y cuatro Compañeras, todas ellas religiosas profesas del Instituto de las Hijas de
la Divina Caridad, mártires. Presidirá la solemne ceremonia, en el Estadio Olímpico
Zetra de Sarajevo, el Cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las
Causas de los Santos, en representación del Santo Padre. Con el purpurado concelebrará
el Cardenal Vinko Puljic, Arzobispo de Sarajevo, ante la presencia de los obispos
de Croacia, Bosnia y Herzegovina, Eslovenia, Albania y Brasil, así como de numerosos
sacerdotes y grupos parroquiales.
Las cinco nuevas Beatas pertenecían a la
comunidad de Pale, donde ejercían su apostolado empeñándose en ámbito ecuménico, pastoral
y caritativo. En efecto, en su convento, llamado el “hospicio de los pobres”, acogían
a los enfermos, convalecientes, pobres y prófugos. Su actividad generosa y gratuita
era de dominio público entre los habitantes de aquella región, compuesta especialmente
por ortodoxos. En otoño de 1941, ante el acoso de la guerra, se les aconsejó a estas
religiosas que dejaran Pale para refugiarse en Sarajevo, pero la comunidad quiso permanecer
al servicio de los habitantes, independientemente de su fe o nacionalidad; hasta que
la noche del 11 de diciembre de ese año, algunos milicianos serbios, entraron con
la fuerza en el convento, obligando a la cinco monjas y a un sacerdote esloveno a
salir en medio de la nieve sin vestimenta adecuada. Y junto a otros rehenes de Pale
fueron obligados a realizar una larga marcha a través de las montañas. Mientre la
religiosa más anciana, Sor Berchmana, agotada por el viaje fue dejada en la aldea
de Sjetlina, sus hermanas debieron proseguir hasta Goradze, donde fueron hechas prisioneras
y obligadas a renunciar a su fe a cambio de la vida.
Ante su rechazo, los
milicianos borrachos y animados por la violencia brutal, trataron de abusar de las
cuatro religiosas, que trataron de salvarse tirándose por la ventana, pero fueron
muertas a tiros y sus cuerpos arrojados al río Drina. En cambio el 23 de diciembre,
algunos soldados fueron a Sjetlina para llevarse a Sor Berchmana, con la promesa de
reunirla a sus otras hermanas religiosas. Y ese mismo día la mataron. La superiora
de la pequeña comunidad de Pale, Sor María Julia Ivanišević, había nacido en Godinjak,
Croacia, en 1893. Desde su juventud manifestó la voluntad de entrar en el convento,
si bien debió esperar a causa de la enfermedad de su madre. Ejemplar en la obediencia,
realizó diversos servicios. En 1883 fue enviada a Bosnia, donde permaneció el resto
de su vida. Fue una religiosa “según el Corazón de Jesús”, modelo en la oración y
en el sacrificio, modesta y humilde, con amor ilimitado al Señor, a la Congregación
y al prójimo. Fundamentalmente se sentía grata a la Providencia por haber sido educada
en la fe católica y por el don de la vocación religiosa.
La Congregación de
las Hijas de la Caridad Divina fue fundada en Viena por la Madre Francisca Lechner,
en 1868, para responder a las necesidades sociales de la juventud femenina de su tiempo.
Actualmente se dedica a la educación infantil y juvenil en sus escuelas y otros ámbitos,
a la atención de los niños pobres y huérfanos; a los ancianos y minusválidos; y a
la catequesis en las parroquias y en las escuelas. Cuenta con 1.140 miembros y está
presente en 19 países de Europa, América del Norte y del Sur y África. (M. F. Bernasconi
– RV)