El Papa reitera que promover la paz es una respuesta a los desafíos de la humanidad
RV - Benedicto XVI reitera que la paz es un compromiso y un don de Dios y promoverla
no es sólo una cuestión individual, sino una respuesta a los grandes desafíos de la
humanidad como las migraciones, la globalización, las crisis económicas y la salvaguardia
de la creación.
En un mensaje dirigido al cardenal Reinhard Marx, arzobispo
de Munich y Frisinga en ocasión del encuentro “Religiones y Culturas en diálogo” -
promovido por la Comunidad de San Egidio - el Papa reconoce que si bien han habido
muchas iniciativas para la reconciliación y la paz, lamentablemente también ha habido
retrocesos que se verifican en terribles actos de violencia y terrorismo, que han
sofocado repetidamente la esperanza de la convivencia pacífica de la familia humana.
Al
recordar que dentro de pocas semanas se cumplirá el vigésimo quinto aniversario de
la invitación del beato Juan Pablo II a los representantes de las diversas religiones
del mundo para reunirse en Asís, para un encuentro internacional de oración por la
paz, el Papa expresó su satisfacción por esta iniciativa que año tras año realiza
la Comunidad de San Egidio para profundizar en el espíritu de paz y de reconciliación.
Y, en particular, que tenga lugar en Munich, Alemania, la ciudad de la cual fue obispo
y adonde viajará en pocos días.
Los seres humanos estamos unidos los unos
a los otros, escribe el Papa al referirse al tema del encuentro “Convivir- nuestro
destino” y enfatiza que a este vivir juntos que deriva directamente de nuestra condición
humana hay que darle un contenido positivo, pues “vivir juntos –afirma- puede transformarse
en un vivir los unos contra los otros, puede convertirse en un infierno si no aprendemos
a acogernos los unos a los otros” y si no comprendemos que vivir juntos es compromiso
y un don, para encontrar el verdadero camino de la convivencia.
El Papa
subrayó que la religión está centrada en el encuentro del hombre con el ministerio
divino, por lo tanto, si la religión fracasa en el encuentro con Dios, en cierto modo,
nos alejamos de la construcción de la paz. En este contexto, el Santo Padre recordó
que en el cristianismo ha habido distorsiones prácticas de la imagen de Dios que han
llevado a la destrucción de la paz, por ello, exhortó a los cristianos a dejar que
el Dios divino nos purifique, para hacernos hombres de paz. “La paz no puede simplemente
ser “hecha”, sino que siempre debe ser también “donada- escribe Benedicto XVI- al
recordar que ésta es un don de Dios.
El Santo Padre invitó a continuar con
los esfuerzos comunes por la paz, incluso con iniciativas como la de la Comunidad
de San Egidio o muchas otras en el mundo, que tienen un gran valor porque con frecuencia
no podemos hacer otra cosa que preparar incesantemente el terreno para la paz, incluso
con pequeños pasos, especialmente ante los grandes desafíos a los que se enfrenta,
no sólo el individuo, sino toda la humanidad, como las migraciones, la globalización,
las crisis económicas y la salvaguardia de la creación.
En su mensaje, el
Santo Padre recuerda que desde encuentro en Asís, hace 25 años, han habido muchas
iniciativas para la reconciliación y la paz que llenan de esperanza, pero lamentablemente
también muchas oportunidades perdidas, muchos retrocesos. “Terribles actos de violencia
y terrorismo – escribe- han sofocado repetidamente la esperanza de la convivencia
pacífica de la familia humana en los albores del tercer milenio, viejos conflictos
se esconden bajo las cenizas o explotan nuevamente, y a estos se añaden nuevos enfrentamientos
y nuevos problemas. Todo esto nos demuestra claramente –concluye -Benedicto XVI- que
la paz es un mandato permanente confiado a nosotros y contemporáneamente un don que
debemos invocar.