RV- Los atentados de hace 10 años son el argumento del editorial del padre Federico
Lombardi “Octava dies” para el Centro Televisivo Vaticano.
Texto y audio
en español (Audio)
Han pasado
10 años del día del increíble ataque terrorista que lanzaba cuatro aviones de línea
llenos de pasajeros inocentes contra los edificios símbolo de la potencia económica,
militar y política de los Estados Unidos en New York y Washington. Casi tres mil vidas
humanas fueron asesinadas aquel día, y luego otras mil como consecuencia del polvo
y los venenos difundidos por el derrumbe de las Torres gemelas. Personas de más de
70 nacionalidades diversas, de fe y cultura diversas.
Por lo tanto
el nuevo Milenio apenas iniciado no habría sido tiempo de paz, sino – una vez más
– tiempo en el que el odio quería demostrar su poder. Y efectivamente la guerra continúa
y no ha resuelto definitivamente algún problema. Osama Bin Laden, el mandante, ha
sido asesinado, pero difícilmente por esto terminará el terrorismo.
Pero
el 11 de septiembre fue también el día en el que mientras muchos buscaban escapar
de la muerte que llegaba, centenares de otras personas corrían hacia el peligro para
ayudar a las víctimas, daban la vida para salvar otras vidas. Estaban convencidas
que ésta fuese la cosa justa que hacer y estaban listas para hacerla. El sacrificio
de los bomberos de Nueva York y de tantos otros que actuaron como ellos permanece
como un mensaje de luz deslumbrante en un día de oscuridad.
Y ¡cuánto
compromiso de compasión, de servicio, de oración; cuánto deseo de comprensión, de
dialogo y de paz ha seguido, de manera discreta pero muy concreta, por parte de quienes
en aquellos días no se han dejado arrollar por la desesperación y el deseo de venganza!
¡Cuánto odio, pero también cuanto amor! ¿Cuál ha prevalecido? ¿Cuál
está prevaleciendo? ¿Cuál prevalecerá?
En esta conmemoración nosotros,
que nos inspiramos en el nombre de Dios, queremos una vez más que todos los adoradores
de Dios tomen la voluntad irreducible de servir a la vida y a la paz.