RV- (Audio) El vigésimo quinto
Congreso Eucarístico Nacional de Italia, que se celebra en Ancona, nos trae a la
memoria el número 251 del Documento de Aparecida, donde los obispos latinoamericanos,
hablando de los lugares para el encuentro con Jesús afirman:“La Eucaristía es el lugar
privilegiado del encuentro del discípulo con Jesucristo. Con este Sacramento, Jesús
nos atrae hacia sí y nos hace entrar en su dinamismo hacia Dios y hacia el prójimo.
Hay
un estrecho vínculo entre las tres dimensiones de la vocación cristiana: creer, celebrar
y vivir el misterio de Jesucristo, de tal modo que la existencia cristiana adquiera
verdaderamente una forma eucarística. En cada Eucaristía, los cristianos celebran
y asumen el misterio pascual, participando en él. Por tanto, los fieles deben vivir
su fe en la centralidad del misterio pascual de Cristo a través de la Eucaristía,
de modo que toda su vida sea cada vez más vida eucarística. La Eucaristía, fuente
inagotable de la vocación cristiana es, al mismo tiempo, fuente inextinguible del
impulso misionero.
Allí, el Espíritu Santo fortalece la identidad del discípulo
y despierta en él la decidida voluntad de anunciar con audacia a los demás lo que
ha escuchado y vivido”.