La conferencia Episcopal de Argentina lanzó una declaración en defensa de la vida
titulada “No una vida sino dos”, hecha pública ayer, en la que se subraya que el argumento
“tiene una significación muy concreta”, porque en la actualidad la vida está amenazada
por la droga y las diversas adicciones, la pobreza y la marginalidad en la que muchas
personas viven su existencia en un estado de vulnerabilidad extrema.
Para
los obispos argentinos junto con estos peligros está el planteamiento del aborto.
Por lo que afirman con claridad: cuando una mujer está embarazada, no hablamos de
una vida sino de dos, la de la madre y la de su hijo o hija en gestación, de esta
certeza nace el título de la declaración, que recuerda que durante este Año que Argentina
ha dedicado a la vida, se ha subrayado continuamente que “el derecho a la vida es
el derecho humano fundamental”, regalo maravilloso que recibimos de Dios, y que hace
posible todos los otros bienes humanos.
Texto completo de la declaración
Declaración
de la 159º Comisión Permanente del Episcopado Argentino 23 Agosto 2011 NO
UNA VIDA, SINO DOS "Elige la vida y vivirás" (Dt. 30, 19)
Durante
este Año de la Vida, hemos reflexionado sobre ella y la hemos reconocido como un regalo
maravilloso que recibimos de Dios, y que hace posible todos los otros bienes humanos.
También hemos observado con dolor situaciones sociales en las que no se está promoviendo
el valor supremo de la vida.
Hablar de este tema, en el actual contexto
nacional, tiene una significación muy concreta. En efecto, hoy la vida está muy amenazada
por la droga y las diversas adicciones, la pobreza y la marginalidad en la que muchas
personas viven su existencia en un estado de vulnerabilidad extrema; también la delincuencia
aparece hoy en forma frecuente como atentado contra la vida.
Junto con
estos peligros nos encontramos frente al planteo del aborto. Queremos afirmar con
claridad: cuando una mujer está embarazada, no hablamos de una vida sino de dos, la
de la madre y la de su hijo o hija en gestación. Ambas deben ser preservadas y respetadas.
La biología manifiesta de modo contundente a través del ADN, con la secuenciación
del genoma humano, que desde el momento de la concepción existe una nueva vida humana
que ha de ser tutelada jurídicamente. El derecho a la vida es el derecho humano fundamental.
En
nuestro país hay un aprecio de la vida como valor inalienable. La vida propia y ajena
es para los creyentes un signo de la presencia de Dios, e incluso a quienes no conocen
a Dios o no creen en Él, les permite "sospechar" la existencia de una realidad trascendente.
Valoramos las recientes medidas adoptadas respecto del cuidado de la
vida en la mujer embarazada. Es absolutamente prioritario proteger a las futuras madres,
en particular a las que se encuentran en estado de marginalidad social o con dificultades
graves en el momento del embarazo. Los varones, que también lo hicieron posible, no
deberían desentenderse.
Deseamos escuchar, acompañar y comprender cada
situación, procurando que todos los actores sociales seamos corresponsables en el
cuidado de la vida, para que tanto el niño como la madre sean respetados sin caer
en falsas opciones. El aborto nunca es una solución.
Una decisión legislativa
que favoreciera la despenalización del aborto tendría consecuencias jurídicas, culturales
y éticas. Las leyes van configurando la cultura de los pueblos y una legislación que
no protege la vida favorece una cultura de la muerte. La ley, en cuanto base de un
ordenamiento jurídico, tiene un sentido pedagógico para la vida de la sociedad.
Invitamos
a nuestros fieles laicos y a todos los ciudadanos a reflexionar y expresarse con claridad
a favor del derecho a la vida humana. Lejos estamos de desear que este debate provoque
más divisiones en la sociedad argentina. Solicitamos, por ello, que las expresiones
vertidas sobre este tema se realicen con el máximo respeto, eliminando toda forma
de violencia y de agresividad, ya que estas actitudes no están a la altura del valor
y de la dignidad que promovemos.
Invocamos la protección de Dios, fuente
de toda vida, para que ilumine a los legisladores. En el marco del Bicentenario, cada
vida humana acogida con grandeza de corazón renueva la existencia de nuestra Patria
como hogar abierto a todas y a todos.
Buenos Aires, 18 de agosto
de 2011 159º Reunión de la Comisión Permanente Conferencia Episcopal Argentina